Blogia

Soy fans y me he hecho un blog.

de Nemí

de Nemí

Viene del Metro de Inglaterra, del diario gratuito que se reparte en sus esquinas, allí se publican sus tiras. Para leerlo en España y en español, Norma ha sacado el primer volumen de una recopilación de sus tiras.  Nemi es una chica gótica, desencantada e idealista. Es vegetariana y huye como de una mala enfermedad de hijos, trabajo y  todo aquello que se considera una vida “normal”.

 

Perfecto para pasar un ratico entretenido, reírte, sonreír para tus adentros y espabilar un poco la conciencia. A ver si este año vuelve a llevarse el negro, otra vez.

 

Para ver sus tiras originales: www.metro.co.uk

de Kill Bill (1 y 2)

de Kill Bill (1 y 2)

¿Alguien recuerda lo que dije en el post anterior sobre regalos? Sobre lo que molan los regalos y tal… bueno, pues dicen que Kill Bill fue el regalo de 30 cumpleaños que le hizo Tarantino a Uma Thurman. Yo no cambiaría mi antología de Ana Belén por el guión de Kill Bill (sobre todo porque ya la han hecho y me daría una pereza horrible tener que ponerme en forma para poder rodarla), pero a Uma le debió hacer bastante ilusión lo de KB, digo yo. Mientras lo abría, seguro que pensó: vaya, otra recopilación de los superhéroes de Marvel que me trae el friki este. Y luego: Zas! En toda la boca! Un pedazo de guión con un personaje protagonista creado todo para ella. Tuvo que dormir muy feliz esa noche.

 

El argumento de esta gran película es simple, y supongo que ampliamente conocido. Bill es un mafioso que dirige a un grupo de asesinas, las DiVAS  (Deadly Viper Assassination Squad). El día de la boda de una de miembras (¿cómo resistirse?) del grupo, las DiVAS intentan matarla. La pobre Beatrix Guiddo, que está embarazada de Bill, recibe una paliza y un tiro en la cabeza. Beatrix, entra en coma y despierta a los 4 años, con muchas ganas de vengarse. Sus objetivas (esto ya es abuso, lo admito) son Vernita Green,  O-Ren Ishii, Budd (el hermano de Bill) y Elle Driver, aunque no necesariamente en ese orden, o si.

 

Para mi, la película es una auténtica joya, cada escena, cada diálogo, cada secuencia serían dignas de análisis, llena de gazapos intencionados y de exageraciones sangrientas. Acompañar a la Novia en su venganza ha sido una de las experiencias más divertidas que me ha dado el cine (en mi vida normal vivo cosas mucho más intensas, por eso matizo). Y las interpretaciones de Uma, David Carradine, Lucy Liu y Daryl Hannah me parecen geniales, aunque claro, si yo volviera a nacer y me diera por hacerme cómica mataría por un papel como el de Hannah en KB

renunciando, si hiciera falta, a un trozo de mi dedo de la mano derecha.  Con parche en el ojo (y pata de palo si hiciera falta) silbando por los pasillos del hospital la banda sonora de la película. Creo que, en realidad, daría lo que fuera por ser cualquiera de los 88 maniacos desmembrados por una katana de Hattori Hanzo.

 

¡Qué grande es el cine! ¡Y qué grande Tarantino cuando se pone! Me abstendré de comentar lo que pienso de cuando no se pone…

de Ana Belén (again and again)

de Ana Belén (again and again)

-¿Pero otra vez vas a hablar de Ana Belén?

- Pues me temo que sí- me he contestado a mi misma. Qué le vamos a hacer, una que es muy fans en general, tiene sus punticos más débiles. Y este es uno, sin duda.

 

Y es que ayer recibí uno de esos regalitos que molan, en sí porque un regalo es siempre una alegría (bueno casi siempre, a no ser que el regalo venga de tu tía abuela segunda por parte de madre y sea un jersey rosa con marineros dorados <- Sí, me quedó trauma) y si además si no te lo esperas y te lo dan solo porque alguien se ha acordado de ti sin más, pues mucho mejor. El caso es, que tuvieron a bien regalarme el kit de ultramegafan (limited Edition) que Ana Belén ha decidido sacar al mercado para estas Navidades. Para que todos aquellos que ya lo tenemos casi todo, nos digamos a nosotros mismos que no podemos pasar sin comprar esto también.

 

Consiste la cosa en tres CD’s con canciones de ayer, hoy y siempre. Todas esas canciones que cualquier no-fan de Ana sería capaz de corear y repetir en una fiesta de Navidad con la familia y a la que el tío Juan se ha traído la guitarra con ánimos de tocar un par de piezas, si le dejan (y al que luego no hay quien eche de casa <- Sí, sí, otro trauma). Esas canciones que tantas horas de karaoke han llenado en la vida de todos los que se han pasado por alguno de estos locales: Desde mi libertad, Agapimú, A la sombra de un león y, como no, Contamíname y La puerta de Alcalá. Eso para los dos primeros CD´s, el tercero contiene una recopilación de colaboraciones y cosillas que no son tan fáciles de encontrar, mezcladas con duetos incluidos en discos antiguos, donde yo he podido encontrar cosas que no había oído hasta ahora o que sí pero no había podido localizar.

 

Contiene también un libro con unas cuantas fotos de cuando Ana era un poquito más joven y que le dan ganas a una de irse a comprar la perlica esa que anuncia por la tele, porque es una maravilla lo del paso de los años y esta mujer. Hay un poquito de todo, de los 70, de los duros 80 y principios de los 90, y actuales. Tengo que decir que muchas de ellas las tenía ya por casa de discos y revistas varias, y aunque el tema me asusta, me consuela que ya no colecciono fotos, y me dedico solo a los moñacos... (ejem) El caso es que ella sale estupenda, fantástica, camaleónica, hortera con clase (¡qué grandes los 80!), hippie y glamourosa.

 

Pero la verdadera joya del pack, la alegría más grande para la menda, es el DVD que incluye esta recopilación. Un DVD, a dos caras. La A, con actuaciones en la televisión y la segunda con vídeos musicales. La parte negativa, es que incluye un especial de Viva l’Italia, que se pasó en T5 a altas horas de la madrugada y que es el disco que menos me gusta de Ana. T.O.D.O lo demás es positivo. Mi parte fans, destacaría varias cosas, porque todo no se puede (no me cabe): verla cantando Tonight a lo Natalie Wood, con pelos largos y raya en medio (fantástica). Y el genial y maravilloso video de una de mis canciones favoritas, y que yo no había visto hasta ahora, El camino de vuelta hacia el infierno (imprescindible echarle un ojo si se tiene ocasión). En el que sale de Rita Moreno, de Jackie Kennedy y de Ana Belén.

 

Escucharla cantar en directo Tatuaje hace que merezca la pena cualquier precio que haya que pagar por el CD-DVD. Y de paso, tener bien guardadas a una calidad decente alguna de las actuaciones más antiguas, que merecen la pena conservar. En especial los directos. Y ese video de Peces de ciudad, en el que ¡ay! Cómo me hubiese gustado ser así cuando yo era más joven y eso que tengo un poquito más de la mitad de años que ella tiene. Porque, amigos, Ana Belén no nació en el 53. ¡Qué envidia más mala!

de Hairspray

de Hairspray

Me han abierto un enorme centro comercial al lado del trabajo perfecto para, cuando sales de trabajar tras un gran día de trabajo donde todo te ha ido “estupendamente bien”, ir a vaciar la tarjeta de crédito. Yo no soy mucho de comprar ropa, y eso me salva de ser un ser humano arruinado, pero claro, hay una Fnac dentro. Creo que desde el mes que está abierto he comprado libros para leer hasta el 2015 y algún cómic que otro para llenar los tiempos entre lectura y visionado de las series y películas que han ido cayendo.

El caso es que el mayor acierto de estas incursiones ha sido comprar Hairspray. Cuando se estrenó, me tiró un poco para atrás el hecho de que John Travolta saliera vestido de mujer entrada en carnes y mal maquillada, pero las críticas eran tan buenas y había leído y escuchado cosas tan majas sobre este musical que me arriesgué a comprarlo. Cinco minutos de visionado, fueron suficientes para ver que era una gran compra. Los cinco minutos en los que se canta la primera canción “Good morning Baltimore”, que es tras terminar la película, es la música que suena en mi teléfono cuando me llaman.

Ahí va un mini resumen: Hairspray es la historia de Tracy, una chica gordita de Baltimore que sueña con convertirse en una bailarina de un programa de la televisión local. Enamorada, como todas las niñas de su edad de uno de los chicos que canta en el show, se propone ser una de las bailarinas del espectáculo. Abrigada por su máxima de que el límite de lo que puede hacerse lo pone cada uno, se presenta al casting y es seleccionada. Y así, se convierte en lo que siempre ha soñado, una pequeña estrella a la que todos admiran. Una vez en lo más alto, lejos de olvidarse de sus viejos amigos, Tracy se dedica a vivir la vida como ella la ve, en igualdad con sus compañeros negros. Poniendo en peligro sus sueños por luchar por un mundo como ella entiende y cree que debe ser.

Hairspray es un musical para amantes de musicales. Las partes habladas no dan paso a los números musicales, si no que es al revés. De hecho, los productores tuvieron que eliminar un par de números del espectáculo de Brodway para hacer la película.

Es un remake de otra del mismo título dirigida por John Waters, el director de Pink Flamingos (que nos presentó al gran público a la exuberante Divine). Y muchos de los actores de la primera película aparecen en esta versión haciendo pequeños cameos. John Waters incluido. Un día tengo que hacer una entrada para John Waters, apuntado en la agenda queda.

El reparto es de quitarse el sombrero, yo personalmente me quedo con los chicos de negro day, y con la estupenda Queen Latifah con dos actuaciones estelares: Big, Blonde and Beautiful y I Know Where I've Been que te dejan clavada en el sofá y con ganas de estar aplaudiéndole tres días seguidos. Por supuesto Michelle Pfeiffer, fantástica, derrochando glamour y maldad cada vez que aparece en escena (sobre todo en su número musical (The Legend of) Miss Baltimore Crabs) y Amanda Bynes, la amiga de Tracy que no canta, pero no le hace falta. Las letras, divertidas a más no poder (I Can Hear the Bells), comprometidas y con declaraciones de amor tan bonitas como las que se cantan Travolta y Christopher Walken (You are Timeless to Me), los padres de Tracy.

Una película pro integración, de los negros y de los que no queremos ser como Michelle Pfeiffer (me refiero a delgadas, no a fantásticas). Y por supuesto imprescindible. Para hacerle una peana y ponerla en un sitio privilegiado del salón.

de la Copla

de la Copla

Una que tiene un pasado un tanto heavy, (aunque no lo parezca porque me paso el día hablando de cantautores y grandes damas de la canción) tiene que aguantar mucha mofa cuando dice que uno de sus géneros favoritos es la copla.

Para mi, poner un disco de copla es como sentarme a ver El Abanico de Lady Windermere, pero cambiando a los estirados Lores londinenses por el fornido chulapo madrileño y a la fantástica y sufrida lady por la amante de “la vida alegre” sufridora y fuerte. Son el buen cine de antes, y el género más respetado por la censura, aunque también recibió sus buenos golpes. Cuando no había salas donde se proyectaran películas, o no había dinero para ir a ellas, la gente se dedicaba a escuchar copla y a imaginar esas (la mayoría de las veces) sórdidas historias de amor. Y en dos minutos podían formarse en sus cabezas las imágenes del joven mozo bajando del caballo, a la gitana paseando sus ojos moraos por los barrios de Sevilla o al emigrante dejando su casa, exiliado y orgulloso de sus orígenes.

La copla fue espejo de la sociedad de la época, de los marginados, de la moral y sobre todo de la doble moralidad que aun existe, pero que en aquellos tiempos era mucho más relevante por la falta de libertades. Sus intérpretes eran actores y cantantes. Tanto ellas como ellos soñados y deseados, e incluso alguno se vio implicado en los entramados políticos de la época. Miguel Molina, exiliado, la Piquer que se ganó la fama de ser profranquista, aunque quienes la conocieron dicen que nunca tuvo ninguna intención ni interés en la política.

Puede que en parte por eso la copla fuera olvidada en la transición, e injustamente asociada al régimen franquista. Han tenido que pasar unos cuantos años para que la copla vuelva a ocupar un sitio decente en la música de este país. Para que Quintero, León y Quiroga, Ochaíta, Valerio y Solano vuelvan a ser considerados grandes letristas. Y para que se haya rescatado gracias a programas de televisión, discos recopilatorios y canciones versionadas. E incluso un musical, pero no me atrevería yo a recomendarlo…

Si nos ponemos a buscar ahora referentes en la copla, y con el permiso de la gran Rocío Jurado yo recomendaría sin dudar a la gran Buika, una mallorquina de origen guineano, que ha publicado ya tres discos de copla. Y ¡ole sus artes! ¡Cómo canta esta señora! Si alguien no ha oído nada de ella, un paseo por youtube y una bajada-compra de sus discos es imprescindible. Ya solo la idea en sí de que una negra cante copla me parece fantástica, pero es que oírla emociona, y mucho.

A ver si puedo volver un poquito más a menudo a animar esto del blog, que lo tengo un poco olvidado. Encima, retorno en octubre y con un rollo un poco enciclopédico. Con lo bonita que podría haber hecho la entrada con referencias y trocitos de canciones, pero es que últimamente estoy más bien seria y muy formalita. Será el frio.

Eso sí, un pequeño trocito sí que voy a dejar, en honor a Goya, que yo se que le encanta esta copla, y como representación de que además de todo lo anterior, también la Copla era cronista de sociedad. Olé por Doña Concha, sí señor.

Yo soy la otra, la otra
y a nada tengo derecho,
por que no llevo un anillo,
con una fecha por dentro.

No tengo ley que me abone,
ni puerta donde llamar,
y me alimento a escondías
con tus besos y tu pan.

de Mónica Naranjo y la Wikipedia.

de Mónica Naranjo y la Wikipedia.

Me disponía a escribir algo para el blog sobre Mónica Naranjo, me ha parecido que venía al pelo porque la semana que viene tenemos concierto de la gran Diva en Zaragoza, cuando he caído en que apenas se nada de su vida, solo compro sus discos y voy a sus conciertos y no la investigo obsesivamente como me pasa con otros artistas (pues sí, un poco enferma sí estoy, pero ya es tarde para cambiar y además me da pereza). Así que he ido a google y mi descubrimiento ha hecho que la cantante comparta título en la entrada del blog con ese mundo poco visitado (hasta ahora) por mi: la wikipedia.

Dice la wikipedia (siempre acudiendo a las mejores fuentes y nunca me he alegrado tanto de hacerlo), que Mónica Naranjo es una cantante española de música popular.
¿Y quién va a negarlo? Un poquito más abajo y cuando están contando que tras ser ignorada en España se marchó a México y triunfó, comentan lo siguiente, sobre el video clip de Desátame: “Mónica aparece como una vestal o sacerdotisa cuya sensualidad recuerda a Mesalina: con ropajes atrevidos, sometiendo a los hombres y rodeada de mujeres que la acarician. Las insinuaciones lésbicas son evidentes. Al comparar este video con el que hizo para Sola, se ve que Mónica ha corregido su dentadura, está más delgada y tiene un busto más exuberante.”

Si alguien se ha cuestionado en algún momento la grandeza del aguerrido muchacho que ha hecho esta entrada, tras terminar leer exuberante, debería sentirte mal y rastrero. Las insinuaciones lésbicas son evidentes.


Mal comienzo, gran continuación. He sacado en conclusión que esto han tenido que escribirlo al menos dos aguerridos colaboradores. Claro, aguerrido1 completó la primera parte de la entrada, el hombre se apuntó como colaborador para poder llegar a algo en su vida y le dijeron: pues te ha tocao la Naranjo. Y él pensó seguramente: Pues vaya… ¡yo que quería hablar de Don Ramón-María! Y con el pasar de los años, este hombre fue subiendo como la espuma y al final le pusieron un becario (aguerrido dos) para que le hiciera el trabajo sucio, un becario que entendía lo que Mónica era, y lo que simbolizaba. Y entonces, amplió con la información que podía saciar el hambre de cualquier fans de Mónica ávido de información: Sus ropas, que llevó ortodoncia y se operó las tetas. Por supuesto, después de llamarla vestal y Mesalina (yo creo que se quedó corto y debería haber puesto Dios en la tierra). Además, en la gran Wikipedia (a partir de ahora en mayúsculas) se ha puesto link a las siguientes palabras del texto: Mesalina, vestal (bien), lésbicas (¿?) y dentadura (olé). Las insinuaciones lésbicas son evidentes.

Pero la gente necesita más, pensó él. Ahora tengo que contar cómo se hizo grande en España. Y nos dedica: “Gracias a su aparición, en septiembre de 1997, en el programa de Antena 3 Sorpresa, Sorpresa de Isabel Gemio, fue por fin reconocido su talento. Su atractiva presencia, su expresividad y la garra de su voz sorprendieron.” (resta decir que Isabel Gemio tiene link, ¿Por qué no Sorpresa, sorpresa?). ¡Claro que sí guapísimo! ¿Qué habría sido de nosotros sin la gran Gemio? ¿Cómo no iba a darse cuenta una mujer como ella de la grandeza de Mónica? ¿Cómo se entendería ahora mismo la televisión si ella no hubiese pasado por Sorpresa, sorpresa? Las insinuaciones lésbicas son evidentes.

Una pena, porque para comentar Minage debieron encontrar a otro becario, mucho más aburrido. Y número dos, gran fan y escritor, fue seguramente contratado por el instituto Cervantes en Berlín o Nueva York y estará ahora mismo escuchando el lago de los cisnes y renegando de Mónica.

Sé que se me ha ido un poco la olla y que al final no me he centrado en nada, pero ya es tarde y esto me ha costado mucho teclearlo, así que de momento me niego a repetir la entrada. Creo que dejaré el comentario y todas las cosas buenas que tengo que decir de esta mujer para después del concierto, que estaré más motivada y me habrá dado tiempo a buscar un poco de información fiable. El caso es que adoro a Mónica, lo que hace y cómo lo hace… un poco más o menos, lo mismo que siempre digo aquí, cuando hago una entrada de alguien. Las insinuaciones lésbicas… en fin, yo ya no digo nada…

de Crímenes imperfectos

de Crímenes imperfectos

Esta serie de “documentales” es la típica que nadie reconoce ver y que, sin embargo, puede llenar tardes de conversaciones en una cafetería con los amigos. Porque todo el mundo ha visto, y se ha quedado enganchado, al menos de dos o tres episodios. Consiste (aunque ya se que todos sabéis de que hablo) en la resolución de un crimen real, del que se van aportando pistas poco a poco hasta que se resuelve el asesinato. Es como ver CSI pero sin ficciones estrambóticas y sin planos sobre como se introduce una bala en el esternón de la víctima.

Entrevistas con los forenses, con los criminólogos (o criminalistas), y con los familiares y amigos de las víctimas acompañan a las imágenes y pruebas que se fueron encontrando en su día cuando se resolvió el caso. ¡Ah! Y por supuesto con recreaciones de asesinato, que ya las quisiera Iker para su programa.

El caso es que, otra vez, la realidad supera a la ficción con creces. Además de ese deseo de convertirnos en un CSI (y que no nos dieran ascos los chichorros) que todos llevamos dentro, esta serie hace que uno se plantee lo lejos que puede llegar el ser humano cuando se pone a pensar. Y se asuste por ello.

Una alegría cuando una está haciendo zapping y se lo encuentra en la sexta. Igual, igual que me pasa con el programa ese del muro. ¿Alguien lo ha visto alguna vez? ¿Alguien a soportado más de un baño en la piscina de un concursante con pinta de espermatozoide embutido en un preservativo gris? ¿Cómo llegas a plantearte el participar en eso si no es en medio de un pedo descomunal con los colegas el fin de semana? ¿No tiene la gente lagunas al día siguiente? ¿Tanto se bebe en este país?

de Ugly Betty

de Ugly Betty

He dejado el wow, aunque lo digo como una exfumadora que sabe que tarde o temprano volverá a caer, también lo digo orgullosa porque estoy recuperando los buenos hábitos de leer y engancharme a series de televisión. Por el momento ya está bien, aunque pretendo ir recuperando la conexión con la vida real poco a poco, no vaya a ser que demasiada realidad de golpe termine con la ilusión de haber salido de un mundo de magia. Y mi puerta de entrada (sabiendo que seguro que esto genera algún interrogante en alguna de las cabezas pensantes conocidas que me leen, o quizá ya no) ha sido Ugly Betty.

Efectivamente, es la versión norteamericana de Betty la fea, aunque poco tiene que ver con la versión colombiana y absolutamente nada de nada con la española. No creo que haya nadie a estas alturas que no sepa de que va esto pero bueno, lo explico rápido. Betty es una chica feota y con muy mal gusto vistiendo, que entra a trabajar en una revista de moda, llena de churris espectaculares y hombres maravillosos, que la ningunean y la tratan fatal por ser diferente. No solo físicamente, si no que Betty es infinitamente mejor persona de lo que ninguna de las perversas mentes que trabajan allí podría imaginarse nunca. Los únicos que la entienden y la aprecian son la costurera, un chico de contabilidad y su jefe (que aunque en principio intenta deshacerse de ella, le termina cogiendo muchísimo cariño). Aquí aparece la principal diferencia con las versiones que se han hecho en el resto del mundo, Betty solo siente por su jefe una profunda amistad, y por quien bebe los vientos, es por el chico gafotas que lleva las cuentas en la revista. Bueno, quizá la principal diferencia sea que esto es una serie y no un culebrón.

El caso es que Betty es allí la única buena persona (buena, que no tonta y desde luego una tía con dos ovarios), el resto de personajes se dividen entre los que dejan ver su puto malo de vez en cuando y los que hay que seguir con atención para verles un destello de luz, pero en general son todos perversos y malvados, pero con corazón, lo que ocurre es que no siempre recuerdan que lo tienen. Gentes capaces de vender a su madre por un bolso de Dior a los que te encantaría dar algo del cariño que les falta. Malignas mentes (a veces solo algo vacías) envueltas en preciosos cuerpos que a su vez se visten de Channel, en un entorno colorista a más no poder. Todo muy chillón y con colores cálidos que resaltan lo estridente de los guiones. Sin duda alguna, así como dije que me gustaría ser Pamela en VIP, no quiero parecerme a Betty, lo que me pasa es que esta es la serie que me hubiese gustado escribir.

Y como todas las series que pasarán a la posteridad, Ugly Betty cuida muchísimo a sus secundarios, aunque sin descuidar a la protagonista. De todas las enemigas de Betty, la reina de las malas malísimas es la fantástica, fantástica, fantástica (podría repetir fantástica hasta el infinito) Wilhelmina Slater, interpretada por Vanessa Williams. Una mujer que representa la ambición, la pasión por la moda y movida únicamente por su obsesión de quedarse con la dirección de la empresa que ha sido entregada al hijo del jefe, puesto que le correspondía a ella por lógica. Wilhemina es ese tipo de mujer que puede rascarse el culo con alevosía y hacer que le quede bien. Es raro, pero cuando termina alguna escena suya y deja de salir en la tele porque hay un cambio de arco argumental, la echas de menos.

Para llevar a cabo sus perversos planes, cuenta con la ayuda de la… (¿puedo repetir fantástica, fantástica, fantástica otra vez?) Alexis. Alexis (que se está convirtiendo en mi personaje favorito) es la hermana del jefe de Betty, Daniel. Alexis antes era Alex. A Alex lo consideraron muerto en un accidente, pero ella fue a transformarse en lo que siempre quiso ser, una mujer. Y además, como ya he dicho (y no me cansaré de repetir), fantástica. Así la perversa y adorable Alexis resurgirá de sus cenizas para ayudar a Wilhemina a deshacerse de Daniel y de su padre, rollo venganza amor-odio. Que lleno todo de sentimientos encontrados, ¿no?


Otra pareja de secundarios, adorable y odiosa a la vez, es la que forman Mark (secretario de Wilhemina) y Amanda, la recepcionista. Él es lo que popularmente se conoce como marica mala y ella es una descerebrada con la autoestima por los suelos. Los dos son los principales encargados de hacerle la vida un poco más difícil a Betty y protagonizan las aventurillas más interesantes de la serie. Pero, dejando a un lado lo malos que son, ambos personajes dejan ver su “lado bueno” muy a menudo y aunque se tratan fatal entre ellos, la amistad y la lealtad que se procesan el uno al otro, provoca mucha ternura y no son pocos los fans que les han salido por ahí. Son una pareja divertidísima, con un poquito de mala suerte y sin los que la serie no sería la misma.

Por otro lado, en la otra parte de la vida de Betty, está su familia. De ascendencia mexicana, los Suarez son una familia monoparental, la madre de Betty murió cuando ella era joven y su padre ha criado a sus dos hijas solo. La mayor, Hilda (que es también fantástica pero de otra manera, más al estilo de la gran Belén Esteban), se quedó embarazada cuando era muy joven y tuvo un hijo, Justin, que la verdad le ha salido un poquito gay. Bueno, un muchito. Un chico sensible y encantador que se encarga muchas veces de poner orden y sentido a la casa de los Suarez. Hilda es sin duda otro de los personajes para poner en el casillero de mejores secundarios de la década. Alocada, inocente y sobre todo muy, muy, muy graciosa.

Es una serie llena de estereotipos y clichés divertidísima. No le falta detalle, otro de los alicientes para ver la serie son los cameos, el placer de ver a Gina Gerson hacer de diosa del Glam, con perro faldero incluido y a Salma Hayek de actriz de culebrón... Entre otras muchas del artisteo y el famoseo estadounidense. Además fuera de las pantallas, han tenido el sentido común de no obligar a la actriz protagonista a caracterizarse ni a mantenerse escondida cuando no está grabando, no se si al final “enguapecerán” a Betty, pero por lo menos los productores de esta serie saben que Internet existe.

Dicen por ahí que hay que ver más de la mitad de la primera temporada para engancharse, pero yo tengo que confesar que me pilló desde el principio. Desde luego, para mi, una imprescindible.

de Nueva York

de Nueva York

Los jamones serán de York pero oyes, lo bien que se lo pasa una allí. No quiero ir de fardona y siempre he odiado (y mucho) a la gente que se pega restregando al resto por la cara lo bonito de sus vacaciones. Siempre he pensao que es otra forma de amortizar la pasta que te dejas en el viaje, cuando vuelves, haces cuentas de lo que has gastado y te planteas si ha merecido la pena. Y ahí, cuando surge la duda, es cuando levantas el teléfono y llamas a todos tus amigos para prepararles una sesión de fotos de siete horas. Así que no se si voy a caer en lo que he criticado siempre, pero bueno, yo creo que he vuelto siendo fans de NY y no de mi viaje. Para no chulear e ir de fardona, lo primero diré algo que nadie me había comentado, porque cuando te vas a NY es como cuando te sacas el carné de conducir, que todo el mundo tiene una anécdota al respecto o al menos un consejo para darte. Y algo que nadie te cuenta es que desde que llegas, hasta que te marchas (a no ser que te quedes más de tres meses) estás todo el rato jodida y absolutamente cansado. No es un cansancio normal, no estás cansado, te acuestas y te levantas nuevo. No, no, rotundamente no. Estas todos los días a todas horas, agotado.

Vamos con lo bueno, yo me iría a vivir a NY ahora mismo. Ya tengo varios empleos pensados, como de bailarina-actriz-cantante no me veo mucho futuro, mi empleo ideal sería de acomodadora de teatro. Quiero ver musicales a todas horas, si por mi fuera volvería únicamente para ir de teatro en teatro viendo actuar y cantar. Si no me aceptaran, mi segunda opción sería de señora que trabaja en la tienda en la que está el piano gigante de la película Big. Quiero pasarme el día jugando con aviones boomerang y con raquetas de espuma. Otro empleo majo que se me ocurre es señora que pone las flores en el monumento a Lennon en Central Park, para pasarme el día en el pedazo de parque que tienen allí los neu-yor-kinos. Si no pudiera ser, me conformaría con ser cuidadora de las figuras de cera en el museo, o mejor, sería la que los coloca. Aunque aquí tengo una dura competidora, porque la que lo está haciendo ahora es buenísima y tiene tanta mala baba como tendría yo. Solo hay que ver donde ha colocado a Jennifer Aniston y a la pareja Brad-Angelina. Tampoco me importaría ser la que limpia los cristales antisuicidios del Empire o del Roquefeller. O vendedora de merchandising en la tienda de la NBC. ¿Y qué me dices de ser fotógrafa de skylines? ¡En NY los skylines son importantísimos! Eso es una de las muchas cosas que aprendí allí.

Por el momento, dejo el tema en stand-by y volveré con él en otro momento, que por hoy ya vale de lo mio.

Por cierto, yo no voy a ser menos y para los que tengan ganas de visitar esta gran ciudad voy a dejar mi consejo, bueno voy a dejar dos. El primero y más importante es que en todos los sitios turísticos a los que entréis y en los que os hagan una foto, jamás de los jamases paséis a recogerla. El segundo es que no os esperéis un NY que se ajuste al 100 % al de las películas, porque mienten mucho. Principalmente porque las películas no tienen olor. Aprovecho el comentario para hacer una alerta al señor alcalde de esa preciosa y fascinante ciudad, algo se está pudriendo en sus alcantarillas. No tengo claro si es algo que se pudre o es algo que está mutando y para ello necesita desprender un hedor particular. No se si les sabrá malo mi comentario pero luego, cuando la bestia salga a conquistarles y a apoderarse del mundo, no digan que nadie les advirtió.
Ah y ¡que nadie pague por entrar al Gugenheim!

de Identity

de Identity

¡Ha vuelto! TVE1 ha tenido a bien retomar la emisión de uno de los mejores concursos del verano pasado, identity. Antonio Garrido, que para mi gusto tiene sus momentos, presenta este concurso en el que hay 12 identidades que corresponden a 12 extraños. 12 personas que el concursante no conoce de nada a los que tendrá que asignar 12 afirmaciones, a veces sencillas y algo evidentes, otras no tanto y otras que irían casi más por descarte que otra cosa. Para ello cuenta con varias ayudas, que a veces no lo son tanto: las posiciones iniciales de los extraños, su indumentaria, alguna pista que va dándoles el presentador o alguno de los extraños…

Y así, a golpe de intuición, deberá uno a uno ir descartando candidatos. Para los primeros 1.000 euros por acierto y una vez pasado el ecuador del programa el premio se va doblando hasta los 100.000. Además, dispone el concursante de la ayuda de dos amiguetes que se trae de casa y de tres comodines. El primero le permite un fallo, el segundo hace que para una identidad aparezcan únicamente tres candidatos y si usa el tercero, recibirá la ayuda de tres expertos para asignar una de las identidades.

Pues eso, que es perfecto para pasar la noche de los lunes, muy entretenido y perfecto para picarse en casa con la family. Y muy bueno para implicarte con el concursante. La de ayer, Castora, solo se llevó 15.000 y fue una auténtica pena, un terremoto de mujer con la que la menda se iría ahora mismico de juerga por ahí.

A ver si toman nota los de 4 y nos hacen otra edición de El traidor.

de Grim Fandango

de Grim Fandango

Ya ni recordaba casi, que tenía un apartado de juegos en el blog. Y no será porque no le dedique rato a matar moñacos, pero no estoy nada puesta en novedades y este tipo de cosas. Así que tiraré de memoria y hablaré otra vez de uno de los juegos de LucasArts: Grim Fandango.

Ambientada en el mexicano día de los muertos, la historia de este juego es la de Manuel (Manny) Calavera. Un esqueleto que se dedica a vender paquetes de viajes al noveno infierno a los muertos recientes, para que puedan finalmente conseguir el descanso eterno. Manny, como cualquiera de nosotros, tiene un compañero odioso y despiadado que siempre se lleva los mejores clientes. En cambio él no recibe más que pobres desgraciados que no son capaces más que de comprar ni un bastón para llegar a su destino. Harto de que su compañero se lleve toda la gloria, decide robarle un cliente: la atractiva Mercedes Colomar (D.E.P.), una encantadora señorita, con mucho glamour, que llevará a Manny de cabeza durante todo el juego.

Esta “apropiación indebida de cliente” hace que Manny (despedido) descubra el entramado mafioso que hay tras las agencias de viajes y emprenda un viaje para salvar a Mercedes y asegurarse de que llegue a su destino con éxito. Además, intentará terminar con los engaños de su jefe ayudado por un grupo de revolucionarios que comparten empresa con él.

Tiene Grim Fandango, además de grandes guiones y una ambientación genial (con mucho de novela negra), el mejor secundario que un juego de este tipo ha parido (con el permiso de Sam & Max): Glotis. Este grandullón ex alcohólico es el piloto de Manny, su mecánico y termina siendo su mejor amigo. Este adorable bichito, es el que pone el punto de humor y ternura al juego, y como buen sidekick, se encargará de meter al protagonista en unos cuantos líos, que harán que el Sr Calavera (o más bien nosotros) nos estrujemos la cabeza un poquito más.

Hace un par de años (¿o tres?) fue reeditado en español, así que no creo que sea muy difícil encontrarlo por ahí, y merece mucho la pena. Imprescindible, muy imprescindible. Nunca dejaré de preguntarme por qué LucasArts dejó de hacer aventuras gráficas, una auténtica pena, la verdad.

de Fred Astaire y Ginger Rogers.

de Fred Astaire y Ginger Rogers.

Me gusta el claque. Si tuviera algo de ritmo y fuera capaz de mover mis dos pies a la vez manteniendo mis manos en una posición decente y sin caer de bruces al suelo, hubiese luchado por dedicarme al espectáculo. Una voz que acompañase no estaría nada mal tampoco, la verdad, pero bueno es lo que hay. En parte, la culpa de este gusanillo, que no podré matar nunca como no sea a golpe de donuses, la tienen los dos señores de arriba, los de la foto. Así como ha gente que ha visto 137 veces la trilogía de La guerra de las galaxias, yo me he visto las pelis de Fred y Ginger miles de veces. No todas, porque estoy hablando la época en la que tenías que esperar a que hubiera suerte y la televisión decidiera emitir alguna, y te funcionase la programación del video y nadie te grabase encima o te apagase el aparato por la noche.

Bueno, al turrón, a hablar de estos mozos: el caso es que Ginger, tras unos cuantos éxitos en el teatro y de hacer de la secundaria más encantadora de La calle 42, conoce a Fred en la RKO y ambos ruedan su primera película juntos. Ella bailaba poco para él y él no era tan actor como ella, pero poniendo cada uno un poco de su parte, hicieron una de las parejas más perfectas del cine. Aunque sí tengo la sensación de que ella terminó considerándose más bailarina que él actor. Por poner una curiosidad, Ginger, cuando bailaba junto a Fred siempre, siempre, llevaba vestido largo para disimular alguna de sus carencias en el baile, supongo que eso ayudó a que las cosas fueran así. Y él era taaan bueno bailando que qué importaba que no se metiera en el papel… pues nada.

Otra curiosidad es que en todas sus películas, unas 10, nunca se dieron un beso. Mucho cheek to cheek pero de morretes nada. Dicen las malas lenguas que es porque no se llegaron a llevar nunca bien del todo, que realmente no se soportaban. Él debía ser muy duro en los ensayos y con las coreografías y a ella le debía costar compartir atenciones con el bailarín. Es curioso porque en todas las declaraciones que hay de ambos, cuando hablan el uno del otro siempre hay halagos profesionales, pero pocas flores personales, tampoco críticas también es cierto.

El caso es que La alegre divorciada, Sombrero de copa, Ritmo loco… han sido películas con las que he crecido, divertidas, con unos secundarios buenísimos, argumentos un poco tontos, grandes bailes y EL vestido. El vestido de Ginger en Sombrero de copa cuando bailan y cantan “Cheek to cheek”, lleno de pelicos que se desprendían al bailar y que hizo que tuvieran que repetir las escenas del baile miles de veces… ¡Ay! Quien fuera una rubia de ojos azules con mucho desparpajo en los 40…

de OT

de OT

Andan mis compañeros de trabajo atareados organizando porras sobre resultados futbolísticos de la Eurocopa. Mientras que a mi cabeza le preocupa que la salida de Anabel de la academia nos baje el nivel de interés por el concurso. Siempre perder a un malo en un reality ha traído consecuencias negativas para la audiencia, no solo la del concurso si no para la de los programas de critiqueos. Y eso que los malos de esta edición de OT no me gustan nada. Soy más de malos del tipo Amor en Gran Hermano. Y al contrario de lo que me pasaba con esta, estoy deseando que poco a poco vayan desapareciendo del concurso.

Supongo que con el hecho de haberme hecho fans, tiene bastante que ver la presencia de Virginia, que me eclipsa maldades, bondades y simpatías. Aunque de otra manera, igual que me pasó con Ainoha y Soraya, me vale como única razón para ver el concurso. Es curioso lo que está pasando con esta chica, el fenómeno fans que está moviendo por la red. Yo, trato de ver en toda esta gente que tan de acuerdo está en su forma de interpretar la música, un pequeño grito en favor de lo distinto. Cansados de tanto salserío y pop barato, se aferran, como lo hago yo, a que Virginia salga y haga algo distinto a lo que se está publicitando ahora mismo. Prefiero no acordarme de los discos que Vale music ha “regalado” a los anteriores concursantes del programa y guardo un poquito de fe en que con ella sea distinto. O al menos a que sea lo suficientemente lista y aguante ahí el tiempo suficiente para sacar algo decente. Y aunque no pinte nada ya dentro, no quiero que se marche del concurso porque seguramente se perderá entre las canciones sobrantes de algún compositor malogrado amigo de algún pez gordo de la SGAE.

El caso es que esta edición ha sido de las mejores a nivel de reality y bastante regulera en lo que a voces se refiere, pero bueno, ni me decepciona ni deja de hacerlo, estoy segura de que dentro de tres meses ya ni me acordaré de quién es cada uno. Todos ellos quedarán en un rinconcito, hasta el año que viene cuando me junte con mis compañeros de las cenas-OT y los renombremos para recordar alguna anécdota.

Esperaremos acontecimientos y gritaremos brindando, cuando llegue el momento: ¡OT ha muerto, viva GH!

de V.I.P (no confundir con VIP noche)

de V.I.P (no confundir con VIP noche)

Bueno, hace mucho que no hablo de series… realmente hace mucho que no hablo de nada, pero de alguna manera tenía que empezar. Con todo el estrés que llevo encima, ahora mismo solo me apetece petardeo y desinhibición, así que trataré una serie profunda donde las haya. Dedicada a todos aquellos que se ponen los vigilantes de la playa cuando no quieren pensar, creyendo que es lo mejor que pueden encontrar. Y aunque supongo que ahí verán más carne, seguro que no se ríen ni la mitad que con VIP.

Los vigilantes, comparte con VIP el protagonismo de Pamela Anderson, eso sí. No se si es una moda, una moda marginal, el que las “actrices” más cuestionadas y criticadas hagan una serie riéndose de lo que son y de lo que simbolizan. En el caso de Tori ya dije que me parecía totalmente intencionado, y que era una posición muy inteligente por su parte. El caso de Pamela no lo veo tan claro, al menos no siempre, y puede que sea el mismo caso, entonces es mucho mejor que lo de Tori, porque a mi desde luego me hace dudar a veces.

Se supone que la serie es de acción y se supone también que es una serie cutre que no vería nadie más de 10 minutos seguidos. Para no suponer demasiado rápido, diré que la serie duró cuatro temporadas manteniendo una audiencia bastante decente y que hasta tiene su propio juego de ordenador, y es que el espíritu de “la movida” sigue vivo. El rollo kitsch se sigue llevando y esta serie no es otra cosa que una simple prueba más de que el glamour de barrio nunca pasará de moda.

Valery Irons (P.A.) es una vendedora de perritos calientes, estupenda eso sí, que por una casualidad de la vida pasa a ser contratada por una agencia de guardaespaldas, para darles imagen. Pero claro, Pamela se va creciendo poco a poco y episodio a episodio, y termina liderando el grupo de investigadores.

Me cuesta un poquito explicar todo lo que me llama la atención de esta gran serie. Asi que por eso he elegido la foto y he rescatado de la red alguno de los títulos de episodios, para que se pueda entender su grandeza:

Valma and Louise
All you need is Val
Ride of the Valkyries
Survi-Val
Throw Val From the Train
Run, Val, Run
ExValibur
Amazon Val
Valzheimer’s
Valley Wonka

Y a partir de ahí… el delirio. Extraterrestres que invaden la tierra, grandes mafias que tratan de destruir a algún presidente, suplantaciones de personalidad al puro estilo de Kit y Kar, asesinatos en realitys, bandas malísimas de moteros y por supuesto fábricas de chocolate con dueños excéntricos. Todo aquello con lo que alguien como yo siempre soñó. El caso es que, ahora me doy cuenta (y jamás pensé que yo llegaría a decir esto), me gustaría ser Pamela Anderson. Además yo también estoy en contra de KFC, di que claro, antes de ver VIP también estaba en contra de Pamela.

Imprescindible para las tardes depresivas de los domingos. Si esto no te hace olvidar que el lunes vuelves al trabajo… pues ya solo te queda el Valium.

de Tahures Zurdos (y dos, ¡en directo!)

de Tahures Zurdos (y dos, ¡en directo!)

Si nadie se pone malo, no hay una tormenta de fuego o cualquier desgracia similar (que no apostaría mi brazo por ello), me voy a ver a Aurora Beltrán. Es lo que dice bajo los nombres de Barricada y Rosendo en naranja. Imagino que estará menos ratillo encima del escenario del que me gustaría, pero no me quejo. Al fin, en directo. Y encima un poco de Barricada, que con lo revival que estoy no había pensado en ellos para hacer un rescate en condiciones. Y luego boda, y después comida con los amigos. Poco más puedo decir, más por falta de tiempo que de ganas, la verdad. Pero estoy contentísima. Y aunque ya no haya peludos sentados en cada esquina de las calles del royo, no puedo evitar que me embargue la emoción y el sentimiento de “nos vemos en los bares”. Imagino que el lunes no estaré tan contenta, que va costando recuperar.

¡Por fin!

de Ana Belén (y 2) en directo

de Ana Belén (y 2) en directo

¿Iría Ana Belén vestida de Jesús del Pozo el sábado? No lo sé, supongo que sí, pero estaba perfecta. Nada fuera de lo esperable, la verdad, es que Ana es una de esas personas que desprenden una especie de aura que la hace estar como más brillante, haga lo que haga, y vaya como vaya. Lo sorprendente de este concierto, incluso para alguien como yo, que es ultrasupermegafan, es el despliegue de voz y de fuerza que hizo durante la noche.

 

Tarde y con prisas, no es que nos pase a menudo (noooo), llegamos gracias a la moto más o menos puntuales al concierto. Lo bueno es que no tuvimos que esperar mucho, lo malo que las dos íbamos muertas de nervios, y yo, que soy una freak no solo por la tensión de no llegar. El caso es que la cosa empezó con Ana Belén entrando sola en el escenario y a través de un pequeño teatrillo, fue dando entrada a los músicos. Pedazo de músicos, todo sea dicho de paso. Y a partir de ahí, todo fue casi perfecto. Y digo casi porque ya he comentado por aquí que Anatomía no es de mi gusto, pero hay que reconocer que clavó todas las canciones y que muchas de ellas, escuchadas en directo, ganaban puntos. Por lo que  se me escapan cosas como el cambio de voz del directo, que te deja clavado en la silla, al cd que termina resultando cansino. Pero como no entiendo de estas cosas, pues no puedo dar explicación.

 

Hay momentos como el de Ferraz que se quedan grabados y que hacen que a una se le caiga un poco el mito (solo un poquito), pero ya está olvidado. ¿Cómo no va a estar olvidado? Si me pasé medio concierto con los pelos de punta y el otro medio pensando que aquello era inmejorable. Los revival fueron también muy buenos, no se dejó ni una de las indispensables (quizá La mentira, según nuestro vecino de asiento) y además rescató algunas de las joyas que se han quedado olvidadas en sus discos antiguos. Y con muchísimo acierto, en mi opinión, tanto que creo que volvería a pagar el precio íntegro de la entrada solo por volver a escuchar “Yo vengo a ofrecer mi corazón”. No me he perdido ningún concierto desde el Mucho más que dos de los que ha dado Ana en Zaragoza y el sábado estuvo como nunca, nunca la había visto con tanta fuerza y tantas ganas. Fantástica.

 

Vamos, que me lo pasé de miedo. Me dio la impresión de que ella se fue también encantada, el público aplaudió un montón y al final terminaron todos de pie. Juraría que se lo pasó bien y que pasó frío, apostaría por ello. Por favor, que vuelva pronto. Cantando.

de Amy Winehouse

de Amy Winehouse

Estoy encantada, se han caído los servidores en los que se aloja el programa con el que trabajo, así que tengo una horita de vacaciones hasta nuevo aviso. Quiero, ya desde hace días, escribir una entradica sobre la Amy. Esta mujer es maravillosa. Gracias a ella he vuelto a comprar un disco de música original. En un intento, aunque sea pequeño, de decirle a las compañías que así sí. He abandonado así mi máxima, que es la de Mapis, de no comprar ningún disco más en mi vida para que dejen de hacerlos y sobrevivir con la música que hay hasta ahora, bueno con la música y las películas. Me encantaría saber qué tipo de musica se escuchaba si no existiera la publicidad machacona y vendida de la radio y la televisión.

  

Y como me estoy transformando en una petarda, con cada vez menos sentimientos, espero que esta señora dosifique bien sus drogas y nos dure para hacer unos cuantos discos más. Eso y para que la Terremó pueda versionarla con algo así como: “Que deje de comer yo pasteles? No, no, no.” Reconozco que estoy absolutamente enamorada de su voz y cada vez más de un disco que apenas tiene nada que ver con lo que escucho normalmente. Le perdono hasta que haya insultao a Madonna, sobre todo porque me imagino que Madonna, cuando se enterase pensaría algo así como: “Me pica el ñete. Tengo que llamar a Britney.” Me gusta menos que se diga por ahí que agredió a una fans, como si ser fans no fuese duro ya de por sí.  Pero voy a esperar a no perdonarla y si vive lo suficiente como para sacar un segundo disco lo olvidaré, igual que se me olvida a veces lo de Victor Manuel y la SGAE (¿se me olvida a veces? Este fin de semana voy a ver a su señora en concierto, a ver si saco un ratito y comento algo).

 

Bueno, que ya ha vuelto a ponerse todo en marcha, en serio, que nadie se quede sin escuchar este disco. Y cuando lo hayáis hecho por favor entrad a explicarme cómo se hace para escuchar la canción de Back to Black sin darle al replay al menos un par de veces. Si es que alguien lo consigue.

del pluriempleo (al menos de momento) no remunerado.

del pluriempleo (al menos de momento) no remunerado.

No se si tengo muchos visitantes habituales, no se si solo me visitan mis amigos muchas veces o gente que  se confunde buscando otra cosa… el caso es que a todos lo que se pasen por aquí, perdones por la cantidad de tiempo que llevo sin actualizar. No es que me haya olvidado del blog, ni que se me hayan ido las ganas, lo que ocurre es que en mi trabajo, aunque hace unos meses iban a largarme, ahora han decidido darme el trabajo de una compañera que se ha ido de la empresa. Sin quitarme nada de lo mio, por supuesto. Espero que esto sea temporal y si alguien sabe de alguna oferta de trabajo interesante para una economista… que no dude en comentar.

Del WOW (ya tocaba)

Del WOW (ya tocaba)

Me llamo Carolina, y soy una pícara.

 

Ese es mi alter ego en el wow, una elfa de la noche especializada en peletería y desuello. Se me hace un poco complicado explicar con detalle en qué consiste el juego a alguien que no lo ha jugado nunca. Lo más próximo que se me ocurre es que es un mundo, y con eso no digo nada, aunque diga mucho. Así que intentaré recordar cómo fue mi primer día dentro de este infierno que engancha como el tabaco y que ocupa parte de mi tiempo libre (por suerte, ya no todo). El primero de los dilemas que se plantean al entrar en el juego es elegir servidor. Se nos presentan básicamente dos opciones, Pve (personaje versus entorno) en el que lucharás básicamente contra “la máquina” o Pvp (personaje contra personaje) en el que podrás alternar un poco más a menudo las luchas contra personajes de la facción contraria, con la lucha contra los muñecos automatizados. Presiento que todo esto me va a quedar muy seriote.

 

Una vez tomada la primera decisión en el juego, la primera de otras muchas que te quitarán el sueño aunque no seas consciente de ello cuando lo instalas, toca elegir bando. Las opciones,  son Horda y Alianza. La gente de blizzard (inventores de esta droga de diseño) insiste mucho en que no hay buenos ni malos (yo no estaría tan de acuerdo), y respetando esa máxima los separaré entre feos y menos feos. Cualquier persona normal, a un simple vistazo, apostaría por la alianza (menos feos, con el permiso de los enanos) que está compuesta por humanos, enanos, gnomos, elfos de la noche y draeneis (una especie de humanoides azules con pies de caballo que recuerdan, pero en guapo, a Ka D'Argo de Farescape). Al otro lado, los chicos de la horda se reparten entre varias razas: orcos, trolls, no-muertos, elfos de sangre (que rompen la norma de fealdad de la horda) y taurens (vacas que caminan de pie). Como he dicho, el primer impulso te lleva hacia los alis (a no ser que seas un loco amante de lo vacuno), pero una vez que estás dentro, no serán pocas las veces en las que te preguntarás por qué no te hiciste un hordo, ¡queda advertido! Y es que la facción de la horda, no se muy bien por qué (aunque existen muchas y variadas teorías), suele ser superior en batallas jugador contra jugador, además de que suelen ser más participativos y colaboran mucho en los foros oficiales en los que te aconsejan y te guían a través del juego.

 

Una vez tomada la decisión, cuando ya formas parte de uno de los bando del wow, has de elegir raza y clase, además de construir el aspecto de tu personaje según tus gustos. No es una decisión fácil, porque no todas las razas pueden ser de todas las clases. Si quieres formarte en las habilidades de druida, solo podrás ser tauren o elfo de la noche, si te gustan los gnomos olvídate de ser chamán o cazador. Y aunque estas decisiones se toman a la ligera la primera vez que entras, a no ser que alguien te haya aconsejado antes, tu elección sobre raza y clase marcará ciertas ventajas frente a otras clases en jugador contra jugador o jugador contra entorno. Pero bueno, ya que son cosas que se plantea uno cuando ya lleva tiempo con su primer personaje, lo dejaremos en hacerse personaje lo más mono o feo que te apetezca, y a jugar.

 

Una vez decidido el nombre de tu alter ego, y tras haber probado Xena, Gabrielle, Buffy, Willow y Nikita y comprobar que ya están ocupados, pones lo primero que se te ocurre y entras en el mundo wow. Según la raza escogida, y tras una pequeña intro de su historia, aparecerás en uno de los dos continentes del juego (Kalimdor o Reinos del este). Ahora toca, como en cualquier juego de este tipo, empezar a hacer misiones que consisten básicamente, en matar inofensivos animalillos del bosque y recoger cosas del suelo. Esto te proporcionará dinero y te permitirá mejorar tu equipo y armas, además de subir de nivel, nada nuevo, vaya.

 

Pero la vida de un personaje del wow no se limita a hacer misiones y guerrear, no señor. Como en el mundo real, uno tiene que buscarse una profesión. El trabajo dignifica y tanto los hordas como los alis, han de ser muy dignos, lo de limpios ya es otra cosa. Así que deberás elegir entre herrero, minero, botánico, alquimista, desollador, peletero, joyero e ingeniero. También puedes aprender a cocinar, primeros auxilios y a pescar. Grandes dilemas que marcarán tu dura vida de lucha contra el mal. Al igual que en nuestra vida diaria, las precariedades (o no) por las que pasará tu personaje serán más fáciles de llevar si tienes pasta. Y para conseguirlo, además de hacer tus misiones, tienes una subasta donde podrás vender todo aquello que vayas encontrando por el camino y que no te sea útil en tus menesteres.

 

Celebraciones variadas en fechas concretas, el banco, las mazmorras, las hermandades, una feria que va y viene, la posibilidad de rolear, las batallas, las arenas, las bandas, los talentos y las expansiones que nos esperan… son algunas de las múltiples cosas que dejo (un poco a posta, un poco porque esto me está quedando espesito), en el tintero para mi próxima entrada dedicada al wow. Como decía un amigo, hay que ver la falta que le hace al ser humano la magia. Bueno a algunos, que otros con menos se conforman.

de los Telefilmes (aunque me pese)

de los Telefilmes (aunque me pese)

Ayer tuvimos visita en casa, un par de amigos que además de jóvenes y guapos andan sobradamente preparados, unos de esos JASP de los que tanto renegamos en nuestra época, cuando todos éramos X. Aunque la X, como no era de X-men, tampoco nos gustaba mucho. Bueno a lo que íbamos, que nos pillaron viendo JAG Alerta roja, porque una va de lista y de aficionada a las series de calidad pero reconoce que en las tardes de asueto, se sienta frente a la tele y se traga todito lo que dan. Con JAG me pasa como con los telefilmes serie B (W en realidad, ya que está la cosa de letras hoy) que ponen en A3 y T5 los fines de semana a medio día. Refugio de muchos actores, antes triunfadores en la tele, secundarios de cine y buscadores de oportunidades. Uno los ve empezar y piensa: “Buah, ya empieza otra mierda de estas” pero casi siempre comete el error de no cambiar el canal en ese mismo momento. Así que 45 minutos después se descubre una hundida en el sofá por la angustia, contagiada del desasosiego de la protagonista que no sabe si el cancer, un peligroso violador en serie, un voayer que la acosa, o su actual pareja (que parecía perfecta al principio pero luego resultó ser un maniaco obsesivo) van a terminar con su vida de estadounidense media.

 

Y ahí estás tu, llamando para retrasar el café vas a tomarte con tus amigas porque necesitas saber, más que cualquier otra cosa en el mundo, si el psicópata de las fotografías es el novio o el policía. Y lo peor es que cuando termina, cuando el malo después de recibir un tiro en el pecho vuelve a levantarse y a atacar a la chica, cuando el novio o el policía (el que no haya resultado ser el acosador) acaba de resolver el misterio pero se encuentra metido en un atasco y no va a llegar a tiempo para salvar a la churri de turno, cuando ya no tiene salida pero al final ella se defiende y le incrusta la imitación de yadró (¿o lladró?) en la cocorota al susodicho, entonces es cuando peor te sientes. Cuando te das cuenta de que has malgastado dos horas cuarenta y cinco (con anuncios) de tu vida viendo esa ponzoña de la que ya conocías de sobra el final. Entonces te vistes rápido, buscas una excusa para tus amigas y te vas a tomar el café al que llegas 20 minutos tarde. Y cuando vuelves a casa rezas para que en la AXN no estén poniendo JAG. Supongo que esa es una de las consecuencias de ser tele adicta.

 

Y como no se me ocurre ninguna foto para poner sobre los telefilmes, he elegido una de Shannen, que ella es muy de telefilmes y mi embrujada favorita. Yo la encuentro majísima.