de Nueva York
Los jamones serán de York pero oyes, lo bien que se lo pasa una allí. No quiero ir de fardona y siempre he odiado (y mucho) a la gente que se pega restregando al resto por la cara lo bonito de sus vacaciones. Siempre he pensao que es otra forma de amortizar la pasta que te dejas en el viaje, cuando vuelves, haces cuentas de lo que has gastado y te planteas si ha merecido la pena. Y ahí, cuando surge la duda, es cuando levantas el teléfono y llamas a todos tus amigos para prepararles una sesión de fotos de siete horas. Así que no se si voy a caer en lo que he criticado siempre, pero bueno, yo creo que he vuelto siendo fans de NY y no de mi viaje. Para no chulear e ir de fardona, lo primero diré algo que nadie me había comentado, porque cuando te vas a NY es como cuando te sacas el carné de conducir, que todo el mundo tiene una anécdota al respecto o al menos un consejo para darte. Y algo que nadie te cuenta es que desde que llegas, hasta que te marchas (a no ser que te quedes más de tres meses) estás todo el rato jodida y absolutamente cansado. No es un cansancio normal, no estás cansado, te acuestas y te levantas nuevo. No, no, rotundamente no. Estas todos los días a todas horas, agotado.
Vamos con lo bueno, yo me iría a vivir a NY ahora mismo. Ya tengo varios empleos pensados, como de bailarina-actriz-cantante no me veo mucho futuro, mi empleo ideal sería de acomodadora de teatro. Quiero ver musicales a todas horas, si por mi fuera volvería únicamente para ir de teatro en teatro viendo actuar y cantar. Si no me aceptaran, mi segunda opción sería de señora que trabaja en la tienda en la que está el piano gigante de la película Big. Quiero pasarme el día jugando con aviones boomerang y con raquetas de espuma. Otro empleo majo que se me ocurre es señora que pone las flores en el monumento a Lennon en Central Park, para pasarme el día en el pedazo de parque que tienen allí los neu-yor-kinos. Si no pudiera ser, me conformaría con ser cuidadora de las figuras de cera en el museo, o mejor, sería la que los coloca. Aunque aquí tengo una dura competidora, porque la que lo está haciendo ahora es buenísima y tiene tanta mala baba como tendría yo. Solo hay que ver donde ha colocado a Jennifer Aniston y a la pareja Brad-Angelina. Tampoco me importaría ser la que limpia los cristales antisuicidios del Empire o del Roquefeller. O vendedora de merchandising en la tienda de la NBC. ¿Y qué me dices de ser fotógrafa de skylines? ¡En NY los skylines son importantísimos! Eso es una de las muchas cosas que aprendí allí.
Por el momento, dejo el tema en stand-by y volveré con él en otro momento, que por hoy ya vale de lo mio.
Por cierto, yo no voy a ser menos y para los que tengan ganas de visitar esta gran ciudad voy a dejar mi consejo, bueno voy a dejar dos. El primero y más importante es que en todos los sitios turísticos a los que entréis y en los que os hagan una foto, jamás de los jamases paséis a recogerla. El segundo es que no os esperéis un NY que se ajuste al 100 % al de las películas, porque mienten mucho. Principalmente porque las películas no tienen olor. Aprovecho el comentario para hacer una alerta al señor alcalde de esa preciosa y fascinante ciudad, algo se está pudriendo en sus alcantarillas. No tengo claro si es algo que se pudre o es algo que está mutando y para ello necesita desprender un hedor particular. No se si les sabrá malo mi comentario pero luego, cuando la bestia salga a conquistarles y a apoderarse del mundo, no digan que nadie les advirtió.
Ah y ¡que nadie pague por entrar al Gugenheim!
Vamos con lo bueno, yo me iría a vivir a NY ahora mismo. Ya tengo varios empleos pensados, como de bailarina-actriz-cantante no me veo mucho futuro, mi empleo ideal sería de acomodadora de teatro. Quiero ver musicales a todas horas, si por mi fuera volvería únicamente para ir de teatro en teatro viendo actuar y cantar. Si no me aceptaran, mi segunda opción sería de señora que trabaja en la tienda en la que está el piano gigante de la película Big. Quiero pasarme el día jugando con aviones boomerang y con raquetas de espuma. Otro empleo majo que se me ocurre es señora que pone las flores en el monumento a Lennon en Central Park, para pasarme el día en el pedazo de parque que tienen allí los neu-yor-kinos. Si no pudiera ser, me conformaría con ser cuidadora de las figuras de cera en el museo, o mejor, sería la que los coloca. Aunque aquí tengo una dura competidora, porque la que lo está haciendo ahora es buenísima y tiene tanta mala baba como tendría yo. Solo hay que ver donde ha colocado a Jennifer Aniston y a la pareja Brad-Angelina. Tampoco me importaría ser la que limpia los cristales antisuicidios del Empire o del Roquefeller. O vendedora de merchandising en la tienda de la NBC. ¿Y qué me dices de ser fotógrafa de skylines? ¡En NY los skylines son importantísimos! Eso es una de las muchas cosas que aprendí allí.
Por el momento, dejo el tema en stand-by y volveré con él en otro momento, que por hoy ya vale de lo mio.
Por cierto, yo no voy a ser menos y para los que tengan ganas de visitar esta gran ciudad voy a dejar mi consejo, bueno voy a dejar dos. El primero y más importante es que en todos los sitios turísticos a los que entréis y en los que os hagan una foto, jamás de los jamases paséis a recogerla. El segundo es que no os esperéis un NY que se ajuste al 100 % al de las películas, porque mienten mucho. Principalmente porque las películas no tienen olor. Aprovecho el comentario para hacer una alerta al señor alcalde de esa preciosa y fascinante ciudad, algo se está pudriendo en sus alcantarillas. No tengo claro si es algo que se pudre o es algo que está mutando y para ello necesita desprender un hedor particular. No se si les sabrá malo mi comentario pero luego, cuando la bestia salga a conquistarles y a apoderarse del mundo, no digan que nadie les advirtió.
Ah y ¡que nadie pague por entrar al Gugenheim!
7 comentarios
gusana -
Acerca del viaje... Yo creo q lo que se pudre en las alcantarillas son las tortugas ninja! O eso quisiera yo, porque anda que no me resultaban repugnantes esas cosas verdes!
También me di cuenta de que las señoras utilizaban unos perfumes muy intensos, pero claro era la forma de compensar el olor constante a alcantarilla y a fast food.
Y que me decís del calor q hacia en el metro?? Y el humo que salia de las rejillas en la calle (las que supongo se comunicaban con el metro)?
Yo me moría en Agosto con una camiseta y no paraba de pensar cómo sería eso en invierno! Con razón en las pelis, siempre que alguien va a cruzar la calle en plena huida tiene que atravesar una nube blanca de humo que sale del suelo... Puajjj!
Ainsss... cuantas cosas que apuntar! Me has picado! A ver si por estas actualizo de una vez el blog!!!
Sitos
Chewica -
Pero vale, a la proxima pongo una nuestra por allí.
sra.saeki -
kenderzico -
lo dicho, quenvidia con el sustete que me dan a mi los paratos aereos.
kenderzico -
kenderzico -
Quenviiiiiiiiiiiiiiidia menos sana, porque la envidia sana no existe ;).
Mapis -