de Ugly Betty
He dejado el wow, aunque lo digo como una exfumadora que sabe que tarde o temprano volverá a caer, también lo digo orgullosa porque estoy recuperando los buenos hábitos de leer y engancharme a series de televisión. Por el momento ya está bien, aunque pretendo ir recuperando la conexión con la vida real poco a poco, no vaya a ser que demasiada realidad de golpe termine con la ilusión de haber salido de un mundo de magia. Y mi puerta de entrada (sabiendo que seguro que esto genera algún interrogante en alguna de las cabezas pensantes conocidas que me leen, o quizá ya no) ha sido Ugly Betty.
Efectivamente, es la versión norteamericana de Betty la fea, aunque poco tiene que ver con la versión colombiana y absolutamente nada de nada con la española. No creo que haya nadie a estas alturas que no sepa de que va esto pero bueno, lo explico rápido. Betty es una chica feota y con muy mal gusto vistiendo, que entra a trabajar en una revista de moda, llena de churris espectaculares y hombres maravillosos, que la ningunean y la tratan fatal por ser diferente. No solo físicamente, si no que Betty es infinitamente mejor persona de lo que ninguna de las perversas mentes que trabajan allí podría imaginarse nunca. Los únicos que la entienden y la aprecian son la costurera, un chico de contabilidad y su jefe (que aunque en principio intenta deshacerse de ella, le termina cogiendo muchísimo cariño). Aquí aparece la principal diferencia con las versiones que se han hecho en el resto del mundo, Betty solo siente por su jefe una profunda amistad, y por quien bebe los vientos, es por el chico gafotas que lleva las cuentas en la revista. Bueno, quizá la principal diferencia sea que esto es una serie y no un culebrón.
El caso es que Betty es allí la única buena persona (buena, que no tonta y desde luego una tía con dos ovarios), el resto de personajes se dividen entre los que dejan ver su puto malo de vez en cuando y los que hay que seguir con atención para verles un destello de luz, pero en general son todos perversos y malvados, pero con corazón, lo que ocurre es que no siempre recuerdan que lo tienen. Gentes capaces de vender a su madre por un bolso de Dior a los que te encantaría dar algo del cariño que les falta. Malignas mentes (a veces solo algo vacías) envueltas en preciosos cuerpos que a su vez se visten de Channel, en un entorno colorista a más no poder. Todo muy chillón y con colores cálidos que resaltan lo estridente de los guiones. Sin duda alguna, así como dije que me gustaría ser Pamela en VIP, no quiero parecerme a Betty, lo que me pasa es que esta es la serie que me hubiese gustado escribir.
Y como todas las series que pasarán a la posteridad, Ugly Betty cuida muchísimo a sus secundarios, aunque sin descuidar a la protagonista. De todas las enemigas de Betty, la reina de las malas malísimas es la fantástica, fantástica, fantástica (podría repetir fantástica hasta el infinito) Wilhelmina Slater, interpretada por Vanessa Williams. Una mujer que representa la ambición, la pasión por la moda y movida únicamente por su obsesión de quedarse con la dirección de la empresa que ha sido entregada al hijo del jefe, puesto que le correspondía a ella por lógica. Wilhemina es ese tipo de mujer que puede rascarse el culo con alevosía y hacer que le quede bien. Es raro, pero cuando termina alguna escena suya y deja de salir en la tele porque hay un cambio de arco argumental, la echas de menos.
Para llevar a cabo sus perversos planes, cuenta con la ayuda de la… (¿puedo repetir fantástica, fantástica, fantástica otra vez?) Alexis. Alexis (que se está convirtiendo en mi personaje favorito) es la hermana del jefe de Betty, Daniel. Alexis antes era Alex. A Alex lo consideraron muerto en un accidente, pero ella fue a transformarse en lo que siempre quiso ser, una mujer. Y además, como ya he dicho (y no me cansaré de repetir), fantástica. Así la perversa y adorable Alexis resurgirá de sus cenizas para ayudar a Wilhemina a deshacerse de Daniel y de su padre, rollo venganza amor-odio. Que lleno todo de sentimientos encontrados, ¿no?
Otra pareja de secundarios, adorable y odiosa a la vez, es la que forman Mark (secretario de Wilhemina) y Amanda, la recepcionista. Él es lo que popularmente se conoce como marica mala y ella es una descerebrada con la autoestima por los suelos. Los dos son los principales encargados de hacerle la vida un poco más difícil a Betty y protagonizan las aventurillas más interesantes de la serie. Pero, dejando a un lado lo malos que son, ambos personajes dejan ver su “lado bueno” muy a menudo y aunque se tratan fatal entre ellos, la amistad y la lealtad que se procesan el uno al otro, provoca mucha ternura y no son pocos los fans que les han salido por ahí. Son una pareja divertidísima, con un poquito de mala suerte y sin los que la serie no sería la misma.
Por otro lado, en la otra parte de la vida de Betty, está su familia. De ascendencia mexicana, los Suarez son una familia monoparental, la madre de Betty murió cuando ella era joven y su padre ha criado a sus dos hijas solo. La mayor, Hilda (que es también fantástica pero de otra manera, más al estilo de la gran Belén Esteban), se quedó embarazada cuando era muy joven y tuvo un hijo, Justin, que la verdad le ha salido un poquito gay. Bueno, un muchito. Un chico sensible y encantador que se encarga muchas veces de poner orden y sentido a la casa de los Suarez. Hilda es sin duda otro de los personajes para poner en el casillero de mejores secundarios de la década. Alocada, inocente y sobre todo muy, muy, muy graciosa.
Es una serie llena de estereotipos y clichés divertidísima. No le falta detalle, otro de los alicientes para ver la serie son los cameos, el placer de ver a Gina Gerson hacer de diosa del Glam, con perro faldero incluido y a Salma Hayek de actriz de culebrón... Entre otras muchas del artisteo y el famoseo estadounidense. Además fuera de las pantallas, han tenido el sentido común de no obligar a la actriz protagonista a caracterizarse ni a mantenerse escondida cuando no está grabando, no se si al final “enguapecerán” a Betty, pero por lo menos los productores de esta serie saben que Internet existe.
Dicen por ahí que hay que ver más de la mitad de la primera temporada para engancharse, pero yo tengo que confesar que me pilló desde el principio. Desde luego, para mi, una imprescindible.
3 comentarios
Iru -
(Madremía, acabo de decir que dos y dos son dos... La expo me ha derretido el poco "celebro" que tenía)
kenderzico -
Uffffffff esa Salma Hayeck y pensar que le ofrecieron el papel para hacer de wonder woman...
La serie esta entretenidica y es de lo poco que se puede ver ultimamente en la tele.
Mapis -