De The good wife.
Hace tiempo que no me apetecía recomendar nada. No sé si será que estoy cada vez más para el lado viejuno de la vida o que me dejo acomodar, pero no he encontrado nada últimamente donde me sintiera especialmente entretenida en series de televisión. Sinceramente, tras ver el último vídeo de Lady Gaga me dan ganas de transformarme en una fan de la música que se pasa todo el día viendo la MTV, los cuarenta y la pachacha, enganchando vídeo musical con consejos para jóvenes granulados y concursos en que chicas rubias con altas expectativas en la vida, descartan a imberbes efebos adoradores de platón para quedarse con machos trabajados en el gimnasio. Quizá es que estoy cada vez más para el lado inocente de la vida, quizá…
El caso es que yo sigo intentándolo y tras probar con unas cuantas decepciones, me he enganchado a The good wife. La historia comienza con Alicia Florrick, la hasta entonces entregada esposa y madre de los hijos de un importante político y fiscal del estado, escuchando como su marido ante una multitudinaria rueda de prensa, reconoce ante todo el mundo estar implicado en un escándalo sexual. Escándalo que terminará en acusaciones de corrupción política y con Peter Florrick (hasta entonces político a partir de ahora esposo y padre de los hijos de Alicia) en la cárcel.
Alicia, con dos niños a su cargo y una vida por sacar adelante, coge las riendas de la situación y vuelve a retomar su carrera de abogada en el buffet de un excompañero de carrera, donde tendrá que volver a ponerse las pilas y competir con las nuevas generaciones por un puesto de trabajo. Volver a este mundillo le supondrá, además, acercarse un poco más a lo que le sucedió a su marido del que se irán descubriendo secretos a medida que avanza la serie.
The good wife tiene como alicientes femeninos: a Julianna Margulies, que interpreta a Alicia Florrick como los ángeles. Llenando de glamour cada vez que aparece en la pantalla, implicándose en cada caso y llevando el peso de la serie con muchísima dignidad, como su personaje lleva la humillación pública a la que ha sido sometida. A Diane Lockhart, socia del buffet de abogados, una mujer dura y muy inteligente que despliega de vez en cuando un sentido del humor genial. Y por supuesto, a la investigadora del buffet, Kalinda, misteriosa y resuelta que se convierte en el mejor apoyo de Alicia en el trabajo, y a veces fuera también.
Y por el lado masculino: el joven que entra en competencia con Alicia para el puesto de abogado Cary, un tipo insoportable pero encantador y entrañable a la vez. Will Gardner, el segundo socio del buffet y viejo amigo de la protagonista, entre los que aparecerá una especie de tensión sexual y amorosa que veremos cómo se resuelve. Y por otro lado, Peter Florrick, que a mí personalmente no me gusta en exceso, de hecho la historia del marido me parece a veces un poco pesada y casi todas obviable, pero para gustos los colores.
La parte familiar de Alicia la forman sus dos hijos, que teniendo en cuenta las interpretaciones adolescentes a las que estamos acostumbrados son bastante salvables, y la madre de Peter que se traslada a la casa familiar para echar una mano a Alicia y que ejerce de abuela entrañable e implacable cuando hace falta.
En fin, que es una serie bastante recomendable y una isleta entre demasiada tontería con altos presupuestos y guiones flojos. Es lo que tiene que algo se ponga de moda…