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Soy fans y me he hecho un blog.

de El Jueves

de El Jueves

No me voy a tirar el rollo y no me voy a poner a contar lo que ha pasado, lo que todo el mundo conoce y por lo que la gente no se ha escandalizado ni la mitad que yo. Ni voy a poner la foto de la portada de la revista prohibida y censurada. Lo que sí que voy a hacer es volver a comprar El Jueves cada semana.

 Hale, ya he vuelto de vacas. Prometo actualizar con normalidad otra vez.

de Bones

de Bones

Bueno ya era hora de salir un poco del letargo vacacionil y ponerme un poco con el blog. No prometo mucho porque estoy un poco perezosa con eso de estar haciendo todo el día lo que me apetece. De estas vacaciones diré que me he enganchado al WoW (mal que le pese al kender) y que es una cosa que no le recomiendo a nadie que no disponga de tiempo ilimitado para tirar a la basura. Madre mía, no saldría de ahí. Pero me obligo, y en mis tiempos muertos de matar lobos y orcos me he terminado de ver Bones.

 

Bones es una de las miles de series que han ido apareciendo a raíz del éxito de CSI. Estos se han especializado en el análisis de los huesos de los cadáveres. La doctora Brennan, antropóloga forense (me encanta decir antropóloga forense) y escritora de éxito, lleva la voz cantante en cuanto a lo que el estudio de huesos se refiere. Forman parte de su equipo el joven Zach Addy que tiene exactamente el mismo papel que el Dr. Spencer Reid hace en Mentes criminales, de niño superdotado y un poco panoli en todo lo que al mundo real se refiere. El caso es que el chico es también muy bueno con los huesos y se adivina como el sucesor de la doctora Brennan cuando se la lleven los marcianos para fecundarla, porque esta señora tiene mucha cara de alienígena.

 

También son parte del grupo de estudiosos la pareja más encantadora que hay actualmente en el mundo de la televisión: Jack Hodgins y Angela Montenegro. El primero te mira la suela del zapato y como hayas pisado una cagada de mosca la has fastidiao. Porque sabrá que la mosca ha comido fiemo de vaca, que solo está en los establos del norte de Canadá y esa mosca no vuela a más de 5 kilómetros de donde nace, y ya se sabe que si tu has estado en Canadá, en el norte, cerca de un establo, ha sido para montártelo con alguien y tu estás casao, y eso no se hace, hombre.... Lo dicho, que estas pillao por todas partes. Ella, pareja de Hodgins, además de ser encantadora se dedica a hacer reconstrucciones en tres dimensiones de las caras de las víctimas a partir de los huesos (¡toma ya!). Es la “persona normal” a la que todos acuden cuando tienen algún problema de relación con el prójimo. Que es a menudo. Y es la única que demuestra un poco de sensibilidad ante los cadáveres.

 

Ya que se trata de un grupo de gente bastante insensible y con muchísimas tragaderas. Les encanta sumergir los cuerpos en ácidos y cosas para que desaparezca toda la carne y para que así ellos puedan discernir con solo mirar un hueso si te has agachado más de la cuenta a lo largo de tu vida, y empezar así a barajar posibilidades como que eres prostituta, en lugar de pensar que te lo que te gustaba es tener el suelo de casa limpio y lo limpiabas a la antigua usanza. El caso es que tanto esfuerzo por morir joven y dejar un bonito cadáver, para nada. Al ácido que vas a ir. Cómete un croissant.

 

Por otro lado, aunque también científica pero por parte de la poli está la doctora Dr. Camille Saroyan (chupamela…), que es mucho menos de quemar carne que el resto, ya que ella se dedica a sacar pistas de los cuerpos enteros, mucho más al estilo CSI y que ha tenido ya un lío con el otro prota de la serie, el agente (especial) del FBI Seeley Booth. Un encantador poli que representa todo lo que cualquier madre americana de más de 50 años querría para su hija. Un chico bueno, católico, educado y que tiene un estilazo que te cagas (que le viene del actor, todo sea dicho de paso ¡ese Ángel!). Se supone que se juega con la tensión sexual que hay entre el agente Booth y la doctora Brennan, pero en mi opinión no pegan ni con cola y entre los personajes no hay nada de atracción, por mucho que nos lo intenten vender. Booth con Camille, y a la Brennan, lo dicho, que se la lleven los marcianos.

 

Pues básicamente eso es todo. Esta segunda temporada tenía algún que otro muy buen episodio, entre otros tantos del montón. Es una serie genial para ir viendo poco a poco, pero como van contando historia de la vida personal de los protagonistas, no prometo que no haya quien se enganche y se termine los siete últimos episodios en una tarde. No es que conozca a quien le haya pasado. No, que va.

 

¡Ah! y con final abierto para que esperemos con ganas la siguiente temporada, cosa que este tipo de series no suele currarse mucho. Pero aquí lo han hecho, y habrá que esperar para saber más.

de The day of the Tentacle

de The day of the Tentacle

Me negaba a pasar la semana en blanco, y eso que ha estado la cosa a punto. Pero como hoy es viernes y siempre los viernes, al menos en mi curro, hay mucho relajo, pues he decidido ponerme con el blog. Mi vida es un poco torbellinesca ahora mismo, y con lo fans que soy yo de la tranquilidad y los buenos modos, me estoy volviendo loca.

 

Dado mi estado mental, lo mejor que se me ocurre es hablar de un juego. Que conste que ahora mismo estoy enganchada a un nuevo Popcap game (al Venice en concreto), pero como creo que no es sano que nadie se acerque a estas cosas, voy a hablar de uno de los más grandes clásicos y de las más valoradas joyas del mundo de la aventura gráfica. La que es, para mi, la mejor aventura que se ha hecho, lo más de todos los tiempos, a pesar de su pixelado y sus 2D, The day of the Tentacle. Tanta presentación y acabo de darme cuenta de que siempre pongo en el título el motivo de mi fansnerío. Y una foto, asi que no he conseguido causar nada de expectación. En fin, disculpadme, es la falta de costumbre y el stress.

 

Dott es la secuela del archilaureado (esto es homenaje a una amiga, no es que me haya vuelto mongola) Maniac Mansion. No he jugao a este juego, pero sé que es la historia de un grupo de amigos que van a una mansión a rescatar a la novia de uno de ellos, que ha sido secuestrada por un científico chiflado (¡cuántas cosas poco útiles sé!). Allí, uno de los chicos del grupo  es Bernard Bernoulli, que se convertirá en el protagonista de The day.... También aparecen en Maniac un tentáculo púrpura y otro morado (creaciones del doctor que habita en la casa) que desencadenarán el juego del asunto, que paso a spoilear.

 

Bernard vuelve con  sus dos amigos Hoagie y Laverne a la mansión donde tiene lugar la historia del primer juego. Se encuentran con que el tentáculo morado ha bebido agua de un rio contaminado y ha mutado hasta convertirse en un malo malísimo con una sed horrorosa de conquistar el mundo. Con la ayuda del tentáculo verde y una máquina del tiempo que ha preparado el profesor que habita la mansión, los tres amigos viajarán en el tiempo para evitar que el tentáculo beba del río. Pero dicha máquina está construida con elementos cutres, y manda al heavy de  Hoagie al pasado, a la “dulce” Laverne a un futuro dominado por tentáculos y a Bernard lo deja en el pasado.

 

Así que en eso consiste el juego, en intentar volver al presente a la vez que tratamos de acabar con el tentáculo. Los cambios en el tiempo permiten a los jugadores influir en el futuro, con lo que los protagonistas que están en las distintas etapas temporales pueden pedirse ayuda los unos a los otros. Estos se ven envueltos en momentos históricos (como la firma de la constitución estadounidense) que pueden modificar a su antojo. Y que provocarán que en el futuro sus compañeros puedan salir de muchos embrollos.

 

Si hay algo que pueda destacarse de este maravilloso juego son sus diálogos, que junto a los escenarios y los protagonistas son una oda al absurdo. En mi opinión, solo la saga de Monkey y el Grim Fandango se han acercado a esta aventura gráfica. El juego no es nada complicado y extremadamente divertido. No creo que resulte muy difícil encontrarlo por la web en sitios de abandonware. Y si hay algo que puedo recomendarle a un amigo para que juegue ese verano, es esta aventurilla gráfica. Aunque la jugaras en el pasado, merece la pena recuperarla.

 

Volveré a decir, como no, que Lucas Arts nunca debió dejar de hacer aventuras gráficas. Una pena que los que hacen juegos ahora no echen un vistazo a estas maravillas del pasado para inspirarse y aprender un poquito.

de Rocío Durcal (o María de los Ángeles de Las Heras Ortiz)

de Rocío Durcal (o María de los Ángeles de Las Heras Ortiz)

La Durcal era una niña pizpireta y simpaticona, de esas que todas las madres quieren para sí y que en cualquier fiesta los amigos le hacían corro para que recitara versos, cantara y desplegara todos los encantos de niña encantadora (esto me lo invento, pero que alguien me diga que no es lo que le pega). A la que seguramente, si conociéramos hoy nos parecería un poco repipi y marisabidilla, pero eran otros tiempos. Tanto, que cualquier niño de estas características con una familia con pocas ganas de trabajar, estaba destinado a presentarse a programas de televisión para saltar a la fama y convertirse en niño prodigio. Aunque ahora que lo pienso quizás los tiempos no han cambiado tanto. El programa de moda por aquellos tiempos para estos menesteres era Primer aplauso, y allí llevaron a la Durcal. Con el sobrenombre de Rocío (elegido por su abuelo) y el ficticio apellido de Durcal que fue elegido por la propia niña al azar al señalar en un mapa dicha ciudad con los ojos vendados. Suerte que no eligió Villa Conejos.

 

Y así un avispado productor, le hizo unas pruebas para cine, la chica dio de sí y se convirtió en la prota de unas cuantas películas (en las que siempre tenía un novio que se llamaba Fernando, según Mapis que sí que le mola esta faceta prodigiosa de la niña) entre las que yo destacaría “Más bonita que ninguna”, más que nada porque es la única que he visto. Que a mi la Durcal de niña-actriz, ni fu ni fa. Estas películas la dan a conocer en su segunda casa, México. Allí la acogen con mucho cariño desde el principio y unos años después se produce el afortunado encuentro con Juan Gabriel. Y así empezó a grabar rancheras, a cantarlas como los dioses y a interpretarlas como nadie. Que es como me va a mi, de niña-adolescente-mujer y señora cantante.

 

Tras unos cuantos discos, consigue demostrar que las baladas también son pan comido para ella. Consigue exitazo con “La gata sobre la lluvia” (que peazo de canción, sin rimas con corazón), aprovechándose de que en tiempos lo que venía de los países del América del sur o del centro eran cosas como Juan Gabriel, Rafael Pérez Botija, José Alfredo Jiménez… y no la basura que en su mayoría nos llega ahora. Claro que siempre con honrosas excepciones y teniendo en cuenta que lo que les llega a ellos desde España no es mucho mejor, si no todo lo contrario.

 

Y así dejando de lado las rancheras, o volviendo a ellas, sumergiéndose en las baladas y bordando los boleros o los tangos, la Durcal va consiguiendo un éxito tras otro, incluso clavando las canciones de poquita calidad. Siempre mucho más laureada en México que en España, todo sea dicho de paso, pero con montones de fans aquí que la adoramos. Éxitos que siempre ha conseguido desplegando su arte y su don de gentes sin airear sus vergüenzas más de lo necesario.

 

Que es una pena que esta gente se vaya, que deberían durarnos mucho más. Y que se la echa de menos. Encima debía ser más buena quepaqué y por si fuera poco ha provocado fanart, que grande.

de Blacksad

de Blacksad

Blacksad es una serie de tres tebeos sobre la historia de un detective de los de antes, de los de las pelis de antes, quiero decir. Gabardina en ristre Blacksad recorre la ciudad paseando sus miserias e investigando los casos que se le han planteado al principio de la historieta. Sus autores decidieron animalizarlo, y convertir al personaje en un gato negro, con morro blanco. Fuerte y atractivo aunque no lo suficiente como para no recibir una o varias palizas por tebeo. Buena persona, aunque no hermanita de la caridad, débil con quien tiene que serlo y despiadado con los malos. El típico antihéroe de novela policiaca.

 

Los personajes que le acompañan son estereotipos de todos aquellos personajes que pueden encontrarse en una novela negra. La chica sexy, el amigo periodista pesadito que se mete el líos, el rudo comisario ya de vuelta de todo... Lo mismo ocurre con su protagonista, tras una vida llena de historias para contar, está ya en decadencia. Uno de esos personajes que ahora se considerarían políticamente incorrectos de los que si tiene problemas va a un bar y se emborracha, si tiene que resolver algún misterio enciende un cigarrillo y se pone a pensar. Vamos que no le falta detalle. Lo mismo ocurre con sus dibujos, que son lo que hacen grande a este tebeo. Cada rincón de la viñeta está cuidado hasta el extremo. Yo diría incluso que alguno de los planos que se ha buscado en alguna viñeta, se ha utilizado precisamente para explayarse en esa capacidad del dibujante de detallar maravillosamente cada objeto o personaje. Ambientada en los años 50 en los USA, la decoración y los vestuarios son fantásticos. La animalización de los personajes también es muy buena y otorga bastante libertad a los autores a la hora de expresar la rudeza de sus comportamientos y de justificar o plasmar la violencia. Además de darle, por supuesto, una originalidad al tebeo que lo hace único.

 

Aunque los comics son en color, muchas veces te da la sensación de estar viéndolo en blanco y negro. Traducido a varios idiomas es un imprescindible para los amantes del cine o la novela negra. De sus tres historias Un lugar entre las sombras, Alma roja y Artic-Nation, la primera de ellas es más bien una presentación de los personajes. A mi personalmente el guión me pareció un poquito flojo, no así los otros dos, que son muy buenos.

 

Vamos, que estos chicos son unos genios (Juan Díaz Canales guión y Juanjo Guarnido dibujo), y así se lo han reconocido a base de premios y más premios en distintos salones. Lo malo, el precio, comprarse los tres volúmenes a la vez es equivalente a llenar mitad de un carrito de Mercadona. Así que lo mejor es ir dosificándolos, o renunciar a comer dos o tres días. ¿Quién dijo pirámide de prioridades? eso es de un anuncio, ¿no? Por cierto, se me olvidaba que también hay un Como se hizo… pero yo no lo he leído, ni tengo idea de cómo está. Si alguien lo ha hecho y se anima… adelante con los cometarios.

de Caso Abierto

de Caso Abierto

No se a que se debe, pero irremediablemente me siento atraída por las series de televisión de polis. Seguramente, Fans de Gracia sería capaz de darme una explicación breve en 20 palabras como mucho, que incluiría placa y pistola, pero este es otro tema. Así que le agradezco que no lo haga aquí, de antemano. ¡Ejem!

 

Una de las mejores series que hay actualmente sobre el tema, para mi particular gusto, es Cold Case. Ambientada en Filadelfia, como el queso (estaba tan a huevo…), la serie cuenta la historia de un grupo de detectives de la unidad de “Casos abiertos”, que se dedican a investigar asesinatos del pasado que quedaron sin resolver en su día. A veces, solo han pasado unos meses, otras años, lo que provoca que en ocasiones las resoluciones sean un poco increíbles y que las pistas que aparecen estarían en la realidad, borradas y olvidadas por el tiempo. Por mucho que ahora estemos en un momento tecnológico mucho más avanzado que cuando se cometieron los crímenes. Pero es una serie, Lucy Sin Ley vuela, Xena no.

 

Además, la gente siempre parece mucho más dispuesta a hablar del pasado pretérito que del reciente. Todos obviaron informaciones relevantes en el pasado, y ahora ya no les parece tan mal dar pistas resolutorias y quedarse con el culo al aire, ni siquiera a los culpables. En teoría esta voluntad de soltar todo por la boquita se debe a que la protagonista Lilly Rush (Kathryn Morris, Najara en Xena) era experta en interrogatorios y gran conocedora de la mente de los asesinos, lo que le permite obtener mucha más información de sus mayores. En un principio, asqueada y fastidiada por el traslado de unidad, acaba pillándole el gustillo al tema e implicándose a tope en muchos de los casos.

 

La serie sigue la tónica de muchas otras de esta temática, en la que la vida de los policías, aunque siempre permanece en segundo plano, asoma de vez en cuando para justificar o perfilar mejor a los protagonistas. Y si hay un adjetivo que pueda asociarse a la vida de un policía americano es sórdido. Da igual quién sea o cómo sea, dónde trabaje o cómo se llame, siempre detrás de él hay una vida atormentada llena de problemas familiares, amorosos y en general de relaciones con el prójimo. ¿Qué serie de calidad de polis no cuenta con un divorcio tormentoso entre sus filas? De las buenas, ninguna. Quizá Loca academia de policía… quien sabe.

 

Lo mejor de la serie son si duda los finales. Con cancioncilla melancólica y emotiva siempre hay aparición de la víctima para agradecer con una mirada la resolución del caso, y la verdad es que cuesta muchas veces no soltar la lagrimilla. Dilucidar los asesinatos del pasado lleva consigo una carga emocional fuerte, ya que esto implica a mucha gente desenterrando mierda del pasado a la vez que un despertar de la esperanza cuando ya se había perdido. Revivir fantasmas del pasado no es fácil, pero Lilly y su equipo son buenos. Y encima se hacen de querer muchísimo, todos encantadores, comprensivos y buena gente, si no en sus vidas privadas, sí en su trabajo, que es donde más los vemos. Lo que me pregunto es por qué no ahondan en el asesinato de J.F.K. eso sí que sería un puntazo.

 

Cuenta con una audiencia muy importante en los Estados Unidos, así que por suerte vamos a poder contar con unas cuantas temporadas más. La calidad de la serie es genial, los flash backs están muy cuidados y no suelen desfasar mucho en las tramas de los asesinatos. El caso (cerrado) es que me parece muy recomendable para ir tomando en pequeñas dosis. Por eso le he hecho la entrada, vaya.

 

¡Saludicos!

de los Blogs

de los Blogs

Soy fans de los blogs, no puedo evitarlo. Esto es una espiral absurda en la que te ves envuelta un día y de la que no puedes salir nunca más. Lo normal es empezar con el de un amigo e ir investigando lo que linkea (¿o linka?). Y luego te descubres leyendo disertaciones de una preadolescente sobre la inviabilidad de combinar unos zapatos rosas con un traje marrón oscuro. Que no digo yo que no sea una cosa interesantísima, alegre y dicharachera, pero que desde luego es algo, que nunca antes me había interesado.

 

En el mundo del blog hay de todo. Nuevos poetas y aspirantes a novelistas, a muchos de los cuales, más les valdría dedicarse a tener hijos y plantar árboles, otros sin embargo con proyectos interesantes que gracias a la red podemos conocer. Dibujantes de cómics con mucho futuro, y más talento todavía a los que las idas y venidas del mercado nunca les darán una oportunidad. Comentaristas de televisión que a base de sentido del humor se han ganado un sitio en el cielo. Cinéfilos empedernidos que despliegan una sapiencia digna de cualquier miembro de la academia. Gente que es capaz de sacar punta a las situaciones más cotidianas y que deberían tener un lugar en El club de la comedia. Capullos que se dedican a insultar y perder el respeto para sentirse alguien. Periodistas que se transforman en animales en peligro de extinción, dedicando su tiempo libre a continuar con sus trabajos. Guerreros cargados con el arma de la palabra que tratan de arreglar parte o todo el mundo. Abuelas modernas, prostitutas desencantadas, jóvenes enganchados a los videojuegos, locos por Perdidos y miles de personajes más. Nietos de toreros disfrazados de ciclistas, ediles socialistas… después de todo lo de Sabina no es tan difícil y no se me da tan mal. Si supiera rimar… ¡porque con la voz horrible ya cuento!

 

El caso es que todos estos y muchos más están por la red, y merece la pena conocerlos. A algunos más que a otros, claro. Está bien que se de voz a la gente que tiene cosas que decir, y a los que no, también.

 

Mis favoritos son los que están a la izquierda, entre otros links que nada tienen que ver con los blogs, y que algún día prometo ordenar.

 

Feliz día del orgullo, por cierto. A ver si ven nuestros ojos el año en que no tengamos nada que celebrar.

de Cabaret

de Cabaret

Willkommen, bienvenue, welcome!
Fremde, etranger, stranger.
Gluklich zu sehen, je suis enchante,
Happy to see you, bleibe, reste, stay.
 

Cabaret cuenta la historia de una joven cabaretera, un tanto casquivana, llamada Sally Bowls. Que trabaja en el Kit-Kat Club. 

Mama
Doesn't even have an inkling
That I'm working in a Nightclub
In a pair of Lacy pants.

So please, sir.
If you run into my Mama,
Don't reveal my indiscretion,
Give a working girl a chance.
 

Bye-Bye, Mein Lieber Herr.
Farewell, mein Lieber Herr.
It was a fine affair,
But now it's over.
And though I used to care,
I need the open air.
You're better off without me,
Mein Herr.
 

Y de un joven escritor británico que viaja a Berlín para terminar su libro, y en la pensión donde se aloja, conoce a la chica y se enamora.

 I... met... this...
Truly remarkable girl
In this really incredible town,
And she skillfully managed
To talk her way in to my room.
I have a terrible feeling I've said
A dumb thing.
Beside, I've only got one narrow bed.
 

Conocen a Maximilian, un rico mecenas que se enamora de ambos y con el que se van a vivir una temporada. 

mc-I sleep in the middle,
g1-I'm left,
g2-Und I'm right
 

Temporada en la que se precipitarán las cosas para terminar… digamos que no tan bien como hubiese sido deseado. Lo que no está nada mal para una peli americana.

Everybody loves a winner
So nobody loved me;
'Lady Peaceful,' 'Lady Happy,'
That's what I long to be
All the odds are in my favor
Something's bound to begin
It's got to happen, happen sometime
Maybe this time I'll win

A  través de las vivencias de los protagonistas, vamos viendo de fondo el alzamiento de los nazis en Alemania. 

The branch of the linden is leafy and green,
The Rhine gives its gold to the sea.
But somewhere a glory awaits unseen.
Tomorrow belongs to me.
 

Impresionante y metafórica escena en la que se canta esta canción. Casi tan grande como la, mil veces “homenajeada” escena de Sally cantando en la silla. Una película absolutamente imprescindible. De culto, para ver una, dos, tres y mil veces, aprendérsela de memoria y adorar. Si se tiene la oportunidad de ver en vivo (y en inglés) no perder la oportunidad, por favor. Si no estuviera TRHPS sería mi película favorita.  

La Minelly y el York se salen, están brillantes, únicos. Es estúpido pero aun sigo teniendo esa sensación de que Liza todavía es recuperable y que si quisiera podría volver al cine y dar un último pelotazo. Pero vamos, más que nadie, a ella se le podría aplicar lo de:  

And as for me,
I made up my mind back in Chelsea,
When I go, I'm going like Elsie.

Start by admitting
From cradle to tomb
Isn't that long a stay.
Life is a Cabaret, old chum,
Only a Cabaret, old chum,
And I love a Cabaret!

de PopCapGames

de PopCapGames

No se si mucha gente conoce lo que es PopCapGames, igual a lo largo de la entrada más de uno recuerda haber caído de una manera o de otra en sus redes. Yo los conocí a través de yahoo (y Verillo) y por medio del Diamond mine un enganchante juego que consiste en hacer “trios” de joyas iguales. Las fichas, solo se pueden mover horizontal y verticalmente y cuando tienes tres o más ligadas, las fichas desaparecen y caen nuevas que te permiten nuevas combinaciones. Ahí empezó mi caída.

 

Otro de mis enganches fue con el Insaniquarium, un epiléptico juego que convierte tu pantalla en un acuario. Con una pequeña cantidad de dinero, compras un par de peces y los vas alimentando (tal cual). Cuando los peces van creciendo, empezarán a cagar monedas (¿por qué no?), que tu tienes que recoger para seguir comprando comida y más peces, muchos peces. Porque cuantos más peces tengas más monedas recogerás y más delirante será el juego. Finalmente las pantallas terminan con 387 peces que bloquean el procesador de tu PC, que no es capaz de soportar tanto pez amarillo que va de un lado a otro de tu pantalla. Poco a poco, hasta que consigas el dinero suficiente para pasar de pantalla irán muriendo, porque tu dedo no dará abasto en el botón derecho del ratón entre tanta moneda cagada y tanto bicho que alimentar.

 

Luego llegó, no recuerdo si exactamente en ese orden, el Rocketmania. El jueguecito de marras consiste en lanzar petardos conectando los explosivos con las mechas. Cuantos más se lancen a la vez, más puntos, y lo que es más importante, más aplausos del público. Cuando me cansé fui a por el Big Money, en el que paredes de monedas tienen que desaparecer gracias a tu estrategia, eliminándolas cuando están agrupadas en grupos de dos o más. Aquí has de planear cómo van a caer las monedas y cualquier movimiento puede ser fatal.

 

Más adelante, llegó a mis manos The 7 Wonders, con lo de moda que está ahora con lo de la Alhambra, no pude decir que no. Este juego es una versión mejorada del Diamond mine. La historia es la misma, pero con las piezas que van cayendo, unos operarios enanos van construyendo las 7 maravillas del antiguo mundo, así es. El Dynomite, que tantas monedas de 5 duros me costó en mi juventud (aunque en formato burbujas y no huevos de dinosaurio), también provoca la necesidad de chutes constantes. Los juegos de palabras, como el Bookworm tienen la pega de estar solo en inglés, y hay que estar muy al loro con el idioma para conseguir llegar lejos.

 

Luego vino el Alchemy, el Astropop, el Zuma, por los que pasé de refilón pero que también ocuparon un par o tres de tardes de mi vida. Y ahora estoy con el Peggle, que consiste en lazar una bolita con mucha habilidad para que vaya apagando bombillas, una especie de flipper con unos finales delirantes.

 

Aun me quedan muchos juegos por explorar, la verdad es que cuando salgo de una temporada muy enganchada suelo desconectar un poquito. Porque son muchas las horas invertidas y muy fuerte la sensación de poder haber construido en todo el tiempo empleado una reproducción de la torre de Pisa con palillos, a tamaño natural.

 

Uno de los ingredientes que hacen que no puedas dejar de jugar, o al menos de las que te enganchan en un principio (y que consiguen que apagues el interruptor del sentido común de tu cabecita) es que, cuando terminas una pantalla hay junto a tu puntuación un adjetivo calificativo. Que te califica a ti, a tu partida, a lo que has sido capaz de hacer. Y claro, al principio como jugador poco cualificado recibes puntuaciones míseras… lo que lleva a que el juego te diga cosas como:

 “Eres un simple repartidor de comida a domicilio”  

¿Cómo que un repartidor? ¿Pero qué es eso?  ¿Cómo se atreve este perro-unicornio-de colores-con alas a llamarme A MI, A MI (que me pegué cuatro años currando en Telepizza) repartidor? De eso nada, ¡se va a enterar! Derribaré este muro de monedas aunque sea lo último que haga.

 

¿Ah si? Pues ya la has cagado,  y no serás repartidor de pizzas, pero llevas todo el camino para  un yonqui de videojuegos estúpidos: gran decisión.

 

Vamos, que no dejo enlace ni nada de nada, porque esto no se lo deseo ni a mi peor enemigo. Lean libros, amigos, lean libros.

 

Eso sí, tienes cualquier problema siéntate un rato con alguno de estos juegos y te olvidarás de todo lo que te rodea. Y que sepas que la sensación de que cualquier cosa, cualquiera, puede esperar a una partidita más no desaparece nunca. Y que la frase: “una más y vale”, nunca tuvo menos credibilidad. Allá cada uno.

de Gabrielle

de Gabrielle

Publico hoy esta entrada por duplicado. La dejo también en el blog que ha abierto mi compañera de viajes Ignnia. ¿De dónde viene Ignnia? De Maligna. Esta chica, cuyas inquietudes no le permiten estar apática sentada en su sofá sin hacer nada, ha decidido abrir un blog abierto. Donde cada uno puede entrar y dejar reflejado lo que quiera, sobre lo que quiera. Ignnia es una de esas personas que te hacen sentir orgullosa de ser su amiga. Si alguna vez os la encontráis por ahí, hablad con ella, porque merece mucho la pena. Creo que si entrara en detalles podría escribir una entrada para ella sola. Así que me pongo al tema del día.

Pues Gabrielle es la sidekick de Xena. Hace unos días comentaba con una amiga negra (de las negras que están encantadas en que se las llame negras), la magnitud del término sidekick. Y si hay un personaje que cubre todo lo que se le pide a un sidekick, esa es Gabrielle. Gabby conoce a Xena justo cuando ésta ha decidido cambiar su destino. Limpiar su nombre y su conciencia a base de luchar contra todo lo que ella ha sido hasta ese día. Justo cuando la joven Gabrielle va ser secuestrada por el ejército del malvado señor de la guerra Draco, Xena se cruza en su camino. Y ella ve esto como una oportunidad para huir de su aburrida vida de villana de Potedaia. Un matrimonio de conveniencia y una vida de ama de casa no es lo que Gabrielle ha soñado para su futuro, por lo que decide liarse la manta a la cabeza y a base de palabrería y buen hacer se marcha tras Xena. Y decide seguirla para que le deje compartir aventuras a su lado.

 

Xena, al principio algo reticente, se da cuenta de que poco puede hacer ante la cabezonería y el tesón de la chica y la admite como compañera. A partir de ahí empieza a nacer entre ellas una relación con la que muchos de los fans empezamos a soñar. Una historia de amor y amistad más allá de lo terrenal. Donde la una pasa a formar parte de la otra y en la que cada una de ellas empieza a explorar partes de sí misma que hasta entonces desconocían. Siguiendo las dos caminos paralelos que se separan a veces, y que ambas luchan por volver a juntar.

 

Criticada por algunos fans de la serie, el personaje de Gabrielle reúne para mi muchas de las virtudes y defectos que aglutinaríamos la mayoría de los simples mortales si nos enfrentáramos a lo que ella se va encontrando. Pero además, con el aliciente de que ella representa la lucha y la decisión de terminar con una vida para la que se la ha educado y que aborrece. Cosa que por desgracia, muchos de nosotros terminamos por acatar y en la que caducaremos (soy tan positiva a veces…). Hay quien dice también que Gabrielle no ha sido más que un lastre para Xena durante toda la serie, pero para mi es uno de los pilares de ésta. No habría Xena sin Gabrielle. De hecho Xena no sería para mi el mejor personaje que se ha creado en una serie de televisión si la figura de Gabrielle no hubiese estado a su lado, si no la hubiese moldeado y no le hubiese dado la oportunidad a la superheroína de moldearla a ella. Gabby representa el sacrificio y el valor que puede reunir alguien, aunque no sea capaz de hacer grandes maravillas, a veces la fuerza interior es mucho más importante que cualquier otra cosa.

 

Lo dicho, que se convierten en una, en soulmates, en amigas, en compañeras, en pareja… y que terminan por no ser nada la una sin la otra.  Gabrielle es el personaje que más cambios sufre durante la serie, lo que la hace uno de los más interesantes. Aunque la serie está basada en el viaje y los cambios de Xena, es su compañera la que va aprendiendo y evolucionando de una manera más clara. Aunque a veces ella piense que  se desvía de su camino, siempre termina por volver al bueno. No duda en hacer sacrificios que si se hubiese quedado en su pueblo natal ni siquiera se habría planteado nunca.

 

No creo yo que al final de seis temporadas todo lo que ha recorrido Gabrielle la transforme en una nueva Xena, ni mucho menos. De hecho creo que la transforma en justo lo contrario, pero por supuesto para gustos los colores, para teorías las que te permitía esta serie. Este detalle es una de las razones por las que no llego a comprender ni a aceptar el final emitido de la serie. Más aun cuando dos episodios antes, Gabby destruye el mundo por Xena. Para volver a su camino. Como digo la serie sin este personaje, par mi no sería nada.

 

No hay nada como ser sidekiki, por muchas críticas que recibas al final tu eres la que acaba con el héroe. Y que te quiten lo bailao.

 

de Belén Esteban

de Belén Esteban

Leía hace unos días ya a mi compañera de curro, a la vez que colega (¡sí, sí, eso existe!) La niña gusana, contando en su blog que era fans de la Esteban. ¡Qué alegría! Teniendo en cuenta que unos días antes durante un café  me había declarado fans yo también y el resto de compañeros me dijeron que debía ser la única en el mundo y que no lo entendían. Yo les dije que era porque era de barrio, como yo. A lo que ellos me respondieron que qué barrio era el mío. Los compañeros de trabajo es lo que tienen, que no se eligen. Y a mi me han tocado en un 90% gente de la calle. Pero de cualquier calle de la Moraleja (o Montecanal en nuestra versión zaragozana), y los que no lo son, solo aspiran a conseguirlo. Por eso, una se siente cada día más orgullosa de ser de barrio y de disfrutar de las pequeñas cosas de la vida (como decía Mapis hace unos días), como beber calimotxo en el parque y ser fans de la Esteban.

 

Esta mujer es genial, es difícil abrirse paso tal y como ella empezó en el mundillo rosa. Quiero decir, no me parece excesivamente complicado entrar en estas historias. Solamente se requiere un poco de labia y cero de escrúpulos. Pero quedarse ahí es distinto y mucho más manteniendo el tipo y ganándose el cariño de la gente sin mover un pelo por cambiar su actitud. Ni ganas de hacerlo. Sus compañeros la adoran y la Quintana la tiene de protegida. Con lo que es AR, siempre que abre la boca para hablar de ella solo salen flores, como en su revista. Y es que da la impresión de que la tía (Belén, que no AR) tiene un corazón como una fábrica de coches.

 

La Esteban pertenece al género de persona que no se calla las cosas, dice todo bien claro y muchas veces muy alto también, no se la come nadie. Es como es porque le gusta ser así y eso le habrá provocado más de un problema en su vida, pero seguro que, también gracias a eso, duerme a pierna suelta cada día. Recuerdo, por ejemplo, el día que le preguntaron porque se desnudaba en Interviu. ¿Por qué va a a ser? Porque me dan mucha pasta, dijo ella. Pues sí señor, esa actitud es la que la hace diferente al montón de petardos y petardas que pueblan ese mundillo y que si se despelotan se “justifican” con el arte de las fotografías. Pues si tanto te gusta el arte, págate un cuadro, pero si te haces unas fotos para una revista en bolas, es por pasta, no me jodas. Que está muy bien y que los desnudos son una cosa preciosa, alguno más que otro, pero le vas a vender el cuento a tu sobrina, hombre.

 

Me desvío del tema, así que volveré a la Esteban de la cual espero que siga contando sus verdades por la tele mucho tiempo y que siga dando caña, disfrazándose de bote de ketchup para dar en las napias al condelé e imitando a Madonna y a Kylie, siempre que le den la oportunidad.

 

Pues eso, ¡Arriba la Esteban!

de Helloween

de Helloween

Están los chicos del Malavida muy heavys, en honor al último tebeo de XCar, El Richal soltero y metalero (homenaje al gran Ricardo de Capazo). Y a base de leerlos, a una le vienen los recuerdos de su juventud, de los que aun le quedan ciertas reminiscencias, que poco a poco se van apagando, la verdad. Cuando uno abraza el metal se piensa que va a ser para toda la vida. Que lo de beber cerveza en cuerno, es de las mejores cosas que pueden pasarte.

 

Decía mi colega (más mejor amigo) el Kender en su blog, que cosidera que sus años metaleros fueron muy bien aprovechados, y no puedo estar más de acuerdo con él. Pero de repente, al menos yo, me vi sumida en otra vida, rodeada de gente que (aunque no me lo decían por educación, que lo se yo) aborrecían mis gustos. Al menos los musicales. Y poco a poco pasas de estar horas en un mismo bar escuchando las canciones de siempre, buscar camisetas con calaveras y tratar de aprender a tocar la guitarra, a escabullirte algún día entre semana por la fnac y comprarte algún disco con bicha en la foto de la portada de tapadillo. Quizá, vale, habría que sustituir fnac por emule y foto de la portada por jpeg.

 

Tengo la sensación de que ser heavy antes era mucho más fácil. Ahora hay infinitas variedades de metal, que si metal trans gótico electronico, que si rap batuka metal maquineta y cosas así. Yo lo veía antes todo mucho más simple. Había solo de guitarra largo y acojonante, la canción era buena. Y si además acompañaba una letra decente, pues mejor que mejor. Vamos que era yo mucho del metal clásico y todo esto de las fusiones, como a los puristas del flamenco, a mi me resbalaba pero mucho.

 

En mis años mozos, para mi los más eran los Helloween. Unos tipos, como puede verse en la foto (me encanta como posan los grupos heavys en las fotos, sobre todo cuando se lo curran buscando un fondo rollo medieval, no puedo evitarlo), con melena y pantalones ajustados (alguno unicejo, aunque no se aprecie bien) que alcanzaron el tope del estrellato con The keeper of the 7 keys (parte 1 y 2). Llenos de canciones con guitarras a tope y cantantes que gritaban como si acabaran de salir del infierno. Insisto, lo más.

 

Si hay algo que me gusta de estos grupos es que son un ente en sí mismos. Es decir, que los miembros vienen y van pero el grupo siempre está ahí. En particular Helloween ha sufrido muchos cambios, y aunque esto le ha llevado en muchas ocasiones a estar muy cerca de la disolución, siempre se han mantenido. Ni  siquiera la salida del grupo de cantantes ni el abandono del líder de la banda, han podido terminar con ellos. Muchas veces estas entradas y salidas, que traían consigo cambios de estilo bastante fuertes, consiguieron dividir a sus fans. Seguidores de Kiske que criticaban a Deris (actual vocalista), por ejemplo, y que a mi siempre me ha dao un poco de pena, la verdad. Después de todo en Master of the rings, el chico lo hizo bien. Aunque reconozco que no era Kiske, vale.  

 

Como digo, los cambios han sido muy radicales, desde la salida de Hansen  hasta la llegada de Deris el grupo ha pasado por discos de metal más duro hasta otros mucho más melódicos y por supuesto también combinando, en sus últimos trabajos, con sonidos electrónicos. Y esto último a mi como que ya me desliga del tema, porque ¡hay que ver! con lo que una criticó a sus dieciséis a los maquineros, no se puede dar marcha atrás y ponerse de su parte. Así que por eso llevo una época tan revival, porque a la fuerza ahorcan. No hago más que rescatar a las viejas glorias.

  

Y eso que ya he conseguido instalar una de mis calaveras en el salón de casa. Todo se andará… (y sí, es una amenaza, jejejeje).

de La casa de los dibujos (o Drawn together)

de La casa de los dibujos (o Drawn together)

Después de unos cuantos días sin hablar de series, vuelvo a los dibujos para mayores. La serie no es muy conocida por el gran público, supongo que porque solo se emite por los canales de pago. La MTV ha parido a los muñecos más maquiavélicos, violentos, cerdos, viciosos y cabrones (con todas las letras), y los ha encerrado en una casa, rollo Gran Hermano, en la que se dedican a putearse entre ellos y hacerse la vida imposible los unos a los otros.

 

En la casa han entrado: Capitanazo, una parodia de Superman, un tipo cobarde, salido y detestable. Con una clara limitación: la falta de cerebro. Limita el uso de sus poderes de superhéroe a las situaciones que requieren su huída. Y tiene la capacidad de empeorar las situaciones más delicadas.

 

Morocha Amorocha, este personaje, según la red es una parodia de Josie y las gatimelódicas, aunque su algunas de sus actitudes recuerdan a veces a los chicos de Scooby Doo. Extremadamente atractiva, Morocha despierta los más bajos instintos de sus compañeros de casa, incluso el de alguna de sus compañeras. Morocha, es el blanco de los chistes racistas de la serie y de muchos de los sexuales.

 

Mi personaje favorito es Ling-Ling, el pokemon de  La casa de los dibujos, inspirado en el personaje de Pikachu, tiene ataques de ira incontrolados que lo convierten en un salvaje asesino, si se deprime segrega un líquido alucinógeno que coloca a sus compañeros de casa y al no hablar ni papa de inglés y ser, normalmente, bastante dócil es el objetivo de muchos de sus compañeros de encierro.

 

Lulú D'Cartón es el personaje más asqueroso de todos los que hay, y eso que la competencia es grande. “Inspirada” en el personaje de Betty Boop es una neurótica obsesionada con su cuerpo y con los elementos masculinos. Capaz de todo por sentirse deseada, su necesidad por sentirse mito erótico, la lleva a automutilarse y a tener una obsesión obsesivo compulsiva por la comida. Llega incluso a engordar como una ballena en algún capítulo y luego vomita todo lo que ha ingerido de más. Es la única que está dibujada en blanco y negro.

 

La princesa Clara es una burla de las princesas Disney. Es clasista hasta el límite, xenófoba, pija, racista, homófoba (aunque mantiene una “relación” esporádica con Morocha) y muy, muy católica. Como los dibujos de Disney, canta, y en muchas ocasiones su aparente candidez se hace extremadamente insoportable.

 

Xander parodia a Zelda. En un principio entra a la casa con la idea obsesiva de estar en una cruzada interminable para salvar a su novia. Pero gracias a la ayuda de sus compañeros, que le organizan una fiesta gay y todo, se da cuenta de que se ha estado engañando todos estos años. Que su novia no es tan importante para él y que lo que realmente le gustan son los hombres y si pueden ser osos, mejor que mejor.

 

Puerquísimo Chancho es un cerdo de una animación Flash. Cerdo en todos los sentidos, insensible, obsceno y muy guarro, se dedica a putear al resto con bromas pesadísimas, a mear y a cagar por todas partes. Además de mostrar un apetito sexual desmedido.

 

Mueble O Algo parodia al indefinido Bob Esponja, bastante inestable y manipulable se  presenta ante las perversas mentes de sus compañeros como un arma para utilizar contra los demás. Este moñaco suele llevarse en muchos episodios la peor parte de las bromas crueles de sus colegas. Aunque protagoniza uno de los mejores episodios de la serie, en mi opinión, que es Leche Bebés cuando le enseñan a masturbarse y descubren que su semen es curativo.

 

La serie está doblada en español de México. Yo, personalmente, no recomiendo ver más de dos o tres episodios seguidos. Bueno, quizá haya morales más distraídas que la mía y eso facilite los visionados. Yo, que no me considero una persona estricta en ese aspecto, ni mucho menos, suelo disfrutar mucho con los primeros episodios, pero llega un momento en que ciertas bromas me saturan y hasta consiguen revolverme un poco las tripas. La serie está plagada de críticas, incluso a cosas que está prohibido criticar. No se libra nadie, ni las mujeres, ni los hombres, ni los liberales, ni los demócratas, ni los blancos, ni los negros, ni los heteros, ni los gays, ni los locos, ni los que suponemos cuerdos…

 

Durante el transcurso de los días irán apareciendo otros conocidos dibujos como la malvada Tarta de Fresa, el dócil Charlie Brown, el neurótico secuestrador Mickey m@#$€ , un Popeye enganchado a las anfetaminas y los esteroides y el cocainómano Speedy González. Lo dicho, que no se libra nadie. Amoral hasta límites insospechados soy de la opinión de que hay que probarla, y si no gusta en un principio una retirada a tiempo es una victoria.

de Mutts (y dos)

de Mutts (y dos)

Me siento un poco como si fuera a chulear en la red de mi nueva posesión. Vale, puede que sea un poco así, pero es que quiero enseñarlos porque me parecen encantadores. Desde ayer estos cuatro chicos están encima de mi televisor, mejor que cualquier toro o bailarina con traje de lunares, decoran mi salón. Yo no sabía que los moñacos de Mutts estaban ya rondando por Espain, ni mucho menos me esperaba ser premiada con ellos. Si alguien ha caído por aquí buscando los muñecos, diré que la bolsica era de la Fnac.

 

Muchísimas gracias por el regalo, es genial recibir cosicas, regalicos y dádivas un día cualquiera. Así porque sí. Sin que sea el cumple de una ni nada.

 

Hablando de cumples (¡que bien traído! ¡que bien traído!), se cumple un año del estreno de "En blanco" el genial blog de la maravillosa malavidera Iru, de obligada visita para cualquier mente despierta con inquietudes comiqueras, gafapasteras, intelectuales... Imprescindible. Todos los que lo visitan, repiten.

 

¡Felicidades IRU!

de A chorus line

de A chorus line

Pues esta, aunque no sea lo habitual, es una de mis pelis de la infancia. Insisto que por influencia de mi tio y mi hermana he dedicado mucho tiempo a aprender coreografías y canciones de películas musicales. Eso siendo una aunténtica negada para entonar una sola nota con mi voz, por no hablar de mi patoserío en lo que a bailes y danzas varias se refiere. Tantas entradas seguidas hablando de la familia, empiezo a pensar que mi vida no es muy normal, pero que vamos a hacerle. Estas cosas de la infancia son las que más terminan por marcarte.

 

A Chorus line es la historia de una audición para un musical. Cientos de jóvenes se presentan a las pruebas ilusionados por conseguir alguno de los papeles. Entre ellos Cassie, la ex novia del director-productor Zach. Poco a poco los aspirantes son desechados hasta que solo quedan sobre el escenario una línea de bailarines-actores-cantantes, de los que solo la mitad tendrán un sitio en el espectáculo. Uno a uno, los aspirantes van contando o cantando sus vidas, sus currículums, sus miedos y sus sueños.

 

Zach (Michael Douglas) ejerce de Risto Mejide, sentado en su mesa va juzgando a los participantes, entre cigarrillo y cigarrillo. Y tratando de que la aparición de su ex no ponga en peligro la preparación del musical. A pesar de todos los recuerdos que vuelven con ella, y de las que nos hacen partícipes a través de varios flash-backs (que por mi se podrían haber ahorrado, puede que porque sean los números que menos me gustan, puede que porque le tenga una manía insana al Douglas que me provoca ardores de estómago, no lo se). Los aspirantes pasan todo el día de pie en el escenario, en línea, esperando su turno, escuchando a los demás y esperando el veredicto final del productor. Más o menos como tú, con la diferencia de que tu estás sentado en el sofá y apenas bailas, aunque cantar cantas más que ninguno.

 

Sin espoilear, al final pasan los que molan. Los que peor caen, se quedan atrás.

 

Una peli llena de mayas y calentadores, frustraciones e ilusiones, imprescindible para los amantes del musical. No sabría si atreverme a recomendarla a los profanos. Aunque para mi es uno de los mejores musicales llevados al cine.

de Monkey Island

de Monkey Island

Las aventuras gráficas, como la fruta y los tomates, ya no saben igual de bien que antes. Será porque los ingredientes ya no son los mismos y no es fácil desplegar el nivel de humor Monkey Island o de cualquiera de las aventuras de Lucas Arts (que, no se por qué motivo, un día abandonó para desgracia de los aventureros gráficos).

 

La primera historia del Monkey, es un delirio de píxeles, nacido cuando todavía no era tan relevante que un juego te obligase a cambiar la tarjeta gráfica para ser de calidad. Para 1990, entre otras muchas joyas de la aventura gráfica, aparece El secreto de Monkey Island, que cuenta la historia de un joven Guybrush Threepwood que tiene el deseo de hacerse pirata. Ya en la primera parte del juego conoce a la joven Elaine, de la que se enamora perdidamente y a la que terminará teniendo que rescatar en todas sus aventuras. Guybrush es un tipo encantador, adorable, al que es tremendamente fácil cogerle cariño.

 

Nada es normal, ni mucho menos, en Monkey Island, ni en las islas colindantes. Son un delirio de gente extraña que se aglutina en terreno rodeado por agua, y contra las que Guybrush tendrá que enfrentarse. A veces por medio del  ingenio y otras veces en combate, mediante los duelos de insultos. En las primeras partes insultos como tales, y en las siguientes insultos que riman. Y si te quedas sin argumentos: Yo soy goma, tu eres cola. Aunque usar en demasía este argumento puede provocar una derrota en toda regla. Irás encontrando insultadores de diferentes niveles, una vez que hayas vencido a unos cuantos, tendrás argumentos suficientes para afrontar la lucha contra los más temidos detractores del honor. Todos de transición, hasta que llegues a enfrentarte al brutal pirata zombie LeChuck en todo el mar conocido del uno al otro confín. Que enamorado de tu novia Elaine, tratará de arrebatártela con mil y una argucias, que no solucionarás buscando un arma y disparándole, si no tratando de usar en todos y cada uno de los objetos que encuentres a tu paso, un pollo con polea. Porque Threepwood es así, y tú tienes que usar el maldito pollo con polea, caiga quien caiga.

 

Como siempre hago referencia a lo maravilloso que es un juego o una serie hecho por frikis para frikis, si hay algún estandarte de estas cosas, ese es Monkey Island. A lo largo de todas las entregas podemos encontrar infinitas referencias a películas de culto como Terminador, La princesa prometida, Star Wars, Superman, Los goonies… menciones a otras aventuras gráficas como Sam & Max, Day of Tentacle, Fulltrottle, Loom… Y referencias y frases sacados de infinitos libros. Incluso en la segunda parte hay un pequeño homenaje a las noticias de TVE.

 

Muchos personajes repiten entrega tras entrega además de nuestro protagonista. Murray, la calavera parlante es para mi el más emblemático. Él como todos va mejorando su imagen a lo largo de las entregas.

 

Hay quien dice, (que mala es la gente) que la saga de Piratas del Caribe está demasiado “inspirada” en el juego. Desde luego, hay que reconocerle el parecido a Barbosa con LeChuck, la primera pelea entre Turner y Jack ¿no es un duelo de insultos? ¡Que me aspen! Y la imagen de Turner recuerda sospechosamente al Sr. Guybrush Threepwood.

  

Ahora se están reeditando las últimas partes de la saga. Si todavía no las has disfrutado yo saldría corriendo a por ellas. Puede que uno se pierda algo ya que están plagadas también de referencias a las entregas anteriores, pero merece la pena jugarlas. Y si todavía no te ha devorado la nueva tecnología, no reniegas de tu Spectrum e incluso estás orgulloso de haber tenido un Sinclair, puedes encontrar las dos primeras entregas en cualquier página de abandonware. Eso sí, redescubrirás lo que era jugar a las aventuras gráficas a la vieja usanza.

 

Usar Mirar Abrir Cerrar Hablar Dar Tirar Empujar Ir a Encender Apagar

 

Creo que podría pasarme horas y horas hablando de este juego, pero será mejor que vuelva al maravilloso mundo en el que estoy sumergida. Sin monos de tres cabezas, ni calaveras parlantes, ni insultantes piratas, ni vendedores de seguros, ni caretas de tofu gigantes, ni pollos con polea, ni nada.

de Madonna

de Madonna

Ya he metido muchas veces en el blog a mi hermana de por medio. Pero sin duda, de todo lo que me gusta, si hay algo de lo que tengo que culparla, es de hacerme fans de Madonna. Cuando tenía muy, muy pocos años, mi hermana me hacía jugar a profes y alumnas, como ella era la mayor, siempre era la profe, al igual que cuando jugábamos a ir de tiendas a mi siempre me tocaba la compradora. Y si había que repartir cerezas, fruta o frutos secos, siempre eran tres para ella y uno para mi. Parece que pasé una infancia de abusos soterrados, pero nada más lejos de la realidad, porque además de un gusto musical fantástico y de saber inglés antes que cualquiera de mis compañeros de clase, esto me salvó de varios empachos de almendras que tuvieron a mi querida hermana en la cama durante varios días.

 

Lo dicho, que cuando Madonna sacó Like a Prayer, mi hermana decidió que ya era hora de que yo me pusiese con eso del inglés. Yo contaba con once añitos por aquel entonces y lo único que me interesaba era Espinete y el Conde Draco. Pero eso, a mi fraternal y querida sister, no le parecía suficiente para la hermana de alguien como ella y se dedicó a hacerme aprender varias canciones del disco, palabra por palabra, y con pronunciación más o menos correcta.  Tengo que decir que, además de mi agradecimiento por abrirme el camino hacia la lengua anglosajona, como profesora no tenía precio. Porque, a pesar del paso del tiempo, no he olvidado ni una de las palabras que cantaba la diva en aquel disco.

 

Madonna es una tía estupenda, no se si decir que siempre ha hecho lo que ha querido, ya que creo que más bien ha estado algo atada a hacer lo que se suponía que debería hacer, o bien a lo que le decían que no hiciera. A lo que iba, que esta mujer es una guerrera, forjada en el fragor de la batalla. Detrás de todo el petardeo y de su no resaltable calidad vocal, se esconde una luchadora, una curranta y una perfeccionista. Eso es lo que la ha hecho grande, entre otras muchas cosas, pero sin duda es lo que la mantiene ahí. Arriba, sin que tenga que vivir de las rentas, y llenando los escenarios como pocos artistas lo consiguen. El caso es que sus excentricidades fuera de los escenarios son también memorables, y no me hacen mucha gracia sus incursiones religiosas, porque no me gustan las religiones, en general. Pero se le perdona todo. La solución es cambiar de canal cuando sale en la tele, no vaya a ser que te enteres de alguna nueva locura, o mucho peor… que sea alguna de sus películas.

 

Esta es más bien mi historia con Madonna, las razones para admirarla me parecen obvias. ¿No?

de Austin Powers

de Austin Powers

Cuando te das cuenta de que te has convertido en un fans de una película como Austin Powers, que te sabes partes de sus diálogos y que repites gestos de las escenas más emblemáticas de la saga cuando estás con tus amigos, te das cuenta de que ya no podrás rebatir a nadie cuando te llamen friki. Y hasta empiezas a alegrarte de que exista un día del orgullo friki y esperas con ansias el pack con las seis películas de la Guerra de las galaxias, sin disimulo. Después de todo, eso no va a delatarte tanto como que acerques tu meñique a la comisura de tu boca y adquieras un aire misterioso cuando acabas de soltar alguna maldad.

 

Como toda saga que se precie, la trilogía tiene un punto negro, en este caso, como en Star Wars, la primera película no le hace justicia a ninguna de las siguientes (bueno, en Star Wars son las tres primeras las que no valen un chavo en comparación con las otras, pero tampoco conozco tantas sagas ni soy tan cinéfila como para buscar una comparación adecuada). En el caso de Austin Powers, creo que la mayor parte de la culpa la tiene el doblaje. Para las dos últimas películas Florentino Fernandez se encarga de darle voz al afamado y sexy detective, y la cosa mejora… y mucho. No seré yo quien diga que estas películas son buenas, porque no lo son, pero me parecen delirantes y desternillantes. Claro, que es el típico ejemplo de flim que se adora o se aborrece. Así que cuidado y luego no venir con comentarios destructivos contra mi persona, plis.

 

En la primera película Austin lucha contra su archienemigo el Dr. Maligno (lo que será una constante en toda la trilogía) y su ayudante mini-yo, un personaje del que merece la pena hacerse fans a parte. Ambos han sido criogenizados durante los sesenta y se despiertan treinta años después. Aunque eso no va a impedirles mantener su hortera estilo de vida, sus normas y máximas sesenteras. En esta primera parte, Austin se acompaña de Elisabeth Hurley, en la que provoca una cierta repulsión al principio, pero que terminará rendida a sus pies.

 

Para la segunda de la saga (La espía que me achuchó) el doctor Maligno ha viajado en el tiempo y ha robado el “Mojo” de Austin. Es complicado explicar lo que es el mojo, que básicamente se entiende como lo que hace que Power sea lo que es, ese puntito que le hace sexy y atractivo a las mujeres. Su compañera Marifé (Lación), interpretada por Heather Graham, agente de la C.I.A., le ayudará en la ardua tarea de volver a ser lo que era.

 

Y en la tercera, y parece que no última (hay rumores de que habrá una cuarta), vuelve a haber viaje en el tiempo. El Dr. Maligno viajará esta vez al pasado para secuestrar al padre de Austin. Esta vez, el afamado detective tendrá que enfrentarse también al misterioso Miembro de oro y su acólito Gordo Cabrón, que ayudará a Maligno con su siniestro plan. Pero recibirá una ayuda inesperada, que unida a la de Foxxxy (Beyoncé) le permitirá llevar a buen cauce su misión.

 

Parodia de 007 y de otras tantas como Demolition Mann, el Inspector Gadget o Fiebre del sábado noche, la película triunfó en los Estados Unidos y fracasó aquí, en Europa. El merchandising es tan delirante como la película, por supuesto hay miles de disfraces para caracterizarse como los personajes, máscaras, muñecos, coches, stand-ups… una maravilla para el inquieto bolsillo.

 

La película está plagada de secundarios geniales además de infinitos cameos por parte de los “grandes” del cine estadounidense. La banda del doctor, formada por Número dos, Scott (el legítimo  hijo de Maligno), Frau Farbissina y el gato Baldomero son todo aquello que se puede desear si se quiere formar una banda de malos malísimos. Y aunque al final terminas cogiéndole cariño a Powers, en un principio estás de su lado. Porque no se puede ser tan malo y perder la batalla… a no ser que te enfrentes a uno de los grandes. Lo dicho, que no me atrevo a recomendarlas, solo digo que yo me lo pasé genial viéndolas.

 

Pues eso, cada uno que busque su Mojo.

de Blanes

de Blanes

Acabo de pasar un fin de semana allí y sin duda Blanes es un sito fantástico para perderse unos días. No se como estará cuando estemos un poco más inmersos en el verano, pero ahora desde luego es un sitio inmejorable. Tiene el tamaño justo, ni demasiado pequeño para que te mueras del asco, ni demasiado grande, ni lleno de apartamentos monstruosos en primera línea de playa. Sus comercios y sus puestos no están dirigidos únicamente a guiris con calcetines blancos y sandalias. Ni su puerto está lleno de tiendas con carteles fosforescentes en los que se anuncia que un tío graba tu nombre en una gorra por 15 euros. Además, se come muy bien y no es nada caro.

 

Indudablemente todo el mundo que la visite no va a tener la suerte de estar acompañado de la gente con la que he pasado el fin de semana. Ni va a tener la suerte de que les cuiden como nos han cuidado a nosotras. Pero aun así hay que visitarlo. El problemilla, que tiene demasiadas cuestas. Todo lo demás es perfecto.

de La terremoto de Alcorcón.

de La terremoto de Alcorcón.

Ella es muy de pipas, y muy de barrio, como la Esteban.

 

Esta ex Diabetica acelerada se dedica a hacer adaptaciones libres al castellano de las canciones que más pegan. Con su consiguiente video, por supuesto. Además de mucho programa de tele, aunque a ella lo que le gusta es el mundo de la música (o al menos eso dice en su úlima canción, Enajená). No hay más que pasarse por youtube y disfrutar de lo que hace esta mujer, divertida e inteligente. Hay quien compara lo que esta pasando con ella con el fenómeno Tamara, pero hay una clara diferencia. La Terremó es una tía muy lista, muy, muy inteligente además de toda una showoman sin depilar. Un estandarte del petardeo y la mariconería.

 

Ella es un travesti, vedette, confiesa haber tenido algo con un alto cargo político de nuestro país,  ha cantado en Cannes, fans de los Ángeles de Charlie, defensora del cocido y amiga de la Esteban y de Cayetana. Esta mujer recoge en su persona todo lo que yo he querido ser alguna vez.

 

Sus directos deben ser espectaculares, no he ido a verla nunca pero todas las críticas que he escuchado han sido tremendamente positivas. Conecta con la gente y te hace mover el culo, quieras o no. A ver si hay suerte y le sale algún bolo por Zaragoza.

 

Dejo la dire de su fotolog, por si a alguien le apetece darse una vuelta.

 

http://www.fotolog.com/laterremoto/

 

¡Ay! Hoy, como ella, estoy cansá, estoy aburría, enajená… que malísimo es trabajar. Menos mal que mañana me junto con mis niñas.

 

Aprovecho para felicitar las navidades yo también.