de Calle 13
No soy yo muy fans de las Navidades, aunque tampoco las odio ni me deprimen, como le pasa a mucha gente. Sobre todo porque de unos años a esta parte lo único que significa para mi son regalos, comida abundante y rica y vacaciones. Eso sí, lo que me parece odioso y tendría unas cuantas amenas líneas de análisis (muuuy divertido) son los Papá Noeles que la gente cuelga de sus ventanas o terrazas. A pesar de eso, este año he conseguido ponerme en modo ignore con los adornos navideños y, si no tenemos en cuenta catarros varios, no han sido malas fechas. Tiempo para encontrarse con los amiguetes que ves poco y tiempo libre para ponerse al día con series y juegos.
En juegos he estado enfrascadilla con el WOW y el Hotel Dusk. Por suerte (el tiempo todo lo cura), ya no estoy tan viciada con el primero y el segundo, aunque sobrevalorado por las críticas y las amigas, me parece bastante bueno.
Para las horas frente al televisor, en los días que he pasado en el hogar paterno, me he decantado por Calle 13. Adoro esa cadena, justo la única que Orange ha decidido no incluir en su oferta y ha sustituido por Sci-fi que, en mi opinión, deja un poco que desear. Para esas tardes en familia, he empachado a la mia con la cadena, es lo que tiene vivir fuera de casa, que cuando vuelves de visita te conviertes en la jefa de muchas cosas con las que antes no podía ni soñar. Sí, me refiero solo al mando.
Un pequeño repaso de lo que he visto:
Numb3rs, para mi gusto un pelín floja y un tanto insostenible. Un señor policía del FBI mete a su hermano friki matemático a investigar crímenes. Y poco más. Hay un crimen, le llevan los datos al señor de los números y él calcula la probabilidad de que haya cometido otros delitos, cuando y para qué fecha aproximada se cometerá el siguiente y si necesitan la media de pedos que se tira al día, él les hace una integral. Si, hombre, si. ¿Quién necesita un antropólogo forense cuando hay una ecuación de segundo grado que lo resuelve todo? Pero la cosa parece que triunfa, porque tiene más de media temporada, que es lo que yo le hubiese dado de vida. Aunque soy malísima para esto.
NY: Distrito judicial, donde la abogada Alexandra Cabot (personaje interpretado por la adorable Stephanie March, que viene de Ley y orden uve) hace de jefaza despiadada y sin corazón (aunque dulce a veces) de la fiscalía de Manhattan. Tras unos años en el programa de protección de testigos, vuelve a Nueva York para hacerse cargo de la fiscalía. La frialdad del personaje guarda poco que ver con el de UVE, pero que le vamos a hacer. Será por eso o porque de abogados hacen Julianne Nicholson (antes pedorra en Aly McBeal) y J. August Richards (antes capullo en Ángel) el que me haya costado pillarle el punto a la serie. Tampoco la tacharía de mala, pero sí de otra serie más de abogados. Ni aporta nada nuevo, ni nada emocionante.
Monk: expoli de San Francisco convertido en detective privado y en maniaco compulsivo. Esta serie tiene un tufillo a Colombo que descoloca bastante. Lo más destacable es el papel de la enfermera Sharona, que le hace de Watson y de madre al investigador. Cuando ésta le abandona, hay cambio de compañera, y la cosa pierde toda la gracia. Porque la nueva acompañante resulta demasiado chillona (con todo lo que eso implica) para mi gusto. Una serie para pasar la tarde y, por supuesto, para no ver dos episodios seguidos, porque la cosa satura.
La verdad es que me estoy empezando a plantear si realmente soy fans de la cadena, pero bueno… para la próxima contaré lo que he estado viendo y me ha gustado un poquito más. Que si no me dicen que me extiendo demasiado. Después de una gran sequía, ya se sabe…
7 comentarios
cantabria -
Besucos.
Chewi -
Como molan tus abuelos! Yo quiero a Victor y a Ana de padres pegados.
cantabria -
Besucos.
Pd. Acabo de decidir q mis agüelos pegados quiero q sean Alfred y Ángela, je.
Chewi -
Mapis -
Chewi -
tata -
Madre mia! Qué buenas, qué buenas! A Numb3rs no le darás ni media temporada pero a Monk... Yo ni siquiera sabía que había habido cambio de acompañante.