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Soy fans y me he hecho un blog.

de Fred Astaire y Ginger Rogers.

de Fred Astaire y Ginger Rogers. Me gusta el claque. Si tuviera algo de ritmo y fuera capaz de mover mis dos pies a la vez manteniendo mis manos en una posición decente y sin caer de bruces al suelo, hubiese luchado por dedicarme al espectáculo. Una voz que acompañase no estaría nada mal tampoco, la verdad, pero bueno es lo que hay. En parte, la culpa de este gusanillo, que no podré matar nunca como no sea a golpe de donuses, la tienen los dos señores de arriba, los de la foto. Así como ha gente que ha visto 137 veces la trilogía de La guerra de las galaxias, yo me he visto las pelis de Fred y Ginger miles de veces. No todas, porque estoy hablando la época en la que tenías que esperar a que hubiera suerte y la televisión decidiera emitir alguna, y te funcionase la programación del video y nadie te grabase encima o te apagase el aparato por la noche.

Bueno, al turrón, a hablar de estos mozos: el caso es que Ginger, tras unos cuantos éxitos en el teatro y de hacer de la secundaria más encantadora de La calle 42, conoce a Fred en la RKO y ambos ruedan su primera película juntos. Ella bailaba poco para él y él no era tan actor como ella, pero poniendo cada uno un poco de su parte, hicieron una de las parejas más perfectas del cine. Aunque sí tengo la sensación de que ella terminó considerándose más bailarina que él actor. Por poner una curiosidad, Ginger, cuando bailaba junto a Fred siempre, siempre, llevaba vestido largo para disimular alguna de sus carencias en el baile, supongo que eso ayudó a que las cosas fueran así. Y él era taaan bueno bailando que qué importaba que no se metiera en el papel… pues nada.

Otra curiosidad es que en todas sus películas, unas 10, nunca se dieron un beso. Mucho cheek to cheek pero de morretes nada. Dicen las malas lenguas que es porque no se llegaron a llevar nunca bien del todo, que realmente no se soportaban. Él debía ser muy duro en los ensayos y con las coreografías y a ella le debía costar compartir atenciones con el bailarín. Es curioso porque en todas las declaraciones que hay de ambos, cuando hablan el uno del otro siempre hay halagos profesionales, pero pocas flores personales, tampoco críticas también es cierto.

El caso es que La alegre divorciada, Sombrero de copa, Ritmo loco… han sido películas con las que he crecido, divertidas, con unos secundarios buenísimos, argumentos un poco tontos, grandes bailes y EL vestido. El vestido de Ginger en Sombrero de copa cuando bailan y cantan “Cheek to cheek”, lleno de pelicos que se desprendían al bailar y que hizo que tuvieran que repetir las escenas del baile miles de veces… ¡Ay! Quien fuera una rubia de ojos azules con mucho desparpajo en los 40…

2 comentarios

Chewi -

Gracias guapa, yo te mando besitos entre bambalinas para ti.

A ver, como que alguien se cree que Carmen Sevilla no se dio ningún lotazo por ahí con ninguno. Pero lo bien que queda decir que ella siempre se ha mantenido casta y pura...

Espera que palme y le hagan un hormigas blancas... jajajaja

Gracias por comentar

anro -

Está muy chulo tu blog. Hace un tiempito lo visitaba porque tengo dos enlaces paralelos a tí, pero hoy me he detenido un poquito más. Ya veo que eres fan de algunas cosas, enhorabuena. En esta vida hay que ser así. Hombre, los besos sobraban en aquellas pelis. Todos eran muy puros y castos...ya se cuidaban de morrearse y "otras cosas" entre bambalinas, pero quedaban bonitos cara a la galería ¿no te parece?